El Banco de Pagos Internacionales (BPI) valora los sistemas de pagos electrónicos CoDi en México, Pix en Brasil, así como otras iniciativas en otros países de Latinoamérica y el Caribe.

En un artículo en el informe trimestral de diciembre, publicado este lunes, los economistas Viviana Alfonso, Alexandre Tombini y Fabrizio Zampolli consideran que “estos sistemas de pagos minoristas son rápidos”, permiten a los usuarios ejecutar y finalizar pagos a tiempo real y “están disponibles las 24 horas del día, todos los días del año, a través de una plataforma operada por los respectivos bancos centrales”.

En septiembre de 2019, el Banco de México lanzó CoDi, que se basa en la infraestructura de su sistema de liquidación mayorista a tiempo real y en la redes móviles existentes.

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El Banco Central de Brasil creó su plataforma Pix, que comenzó a ser operativa el pasado 16 de noviembre.

Las iniciativas de los bancos centrales de muchos países en Latinoamérica para que los pagos sean más asequibles, convenientes e incluyentes han llegado a tiempo porque los pagos digitales han aumentado en todo el mundo desde el inicio de la pandemia de Covid-19.

Por ejemplo, el BPI recuerda que en Colombia, Brasil y Chile las transferencias en efectivo a trabajadores afectados por los confinamientos fueron reembolsadas parcialmente a través de monederos digitales o cuentas bancarias que los beneficiarios podían abrir remotamente con un documento nacional de identidad y sin costes.

En Latinoamérica, se ha producido una fuerte caída de las retiradas de efectivo y de los pagos con tarjeta en el primer semestre de este año, mientras que ha aumentado notablemente el uso del móvil y de la banca telefónica y en internet,

En Colombia, los depósitos de los clientes en proveedores de pagos no bancarios se han triplicado desde marzo, cuando comenzó el confinamiento, y hasta junio, según el BPI.

En México, el Covid-19 ha impulsado el uso de CoDi, que había caído hasta el inicio de la pandemia, su volumen de transacciones se ha acelerado  y el valor medio de sus pagos ha aumentado casi 35% respecto a los niveles anteriores a la pandemia.

En Costa Rica, el banco central ha establecido una infraestructura que permite a quien tenga una cuenta bancaria iniciar pagos a través del móvil.

En Perú, el gobierno ha creado un proyecto para ofrecer un servicio de dinero móvil basado en una única marca BIM. Pagos Digitales Peruanos opera la marca y centraliza todos los esfuerzos comerciales, operativos y de mercadotecnia para el monedero, mientras los bancos y los emisores de dinero móvil compiten por conseguir clientes.

En Paraguay todavía no son posibles las transferencias de dinero móvil a cuentas bancarias, mientras en Chile los reguladores se han centrado en abrir el mercado para nuevos procesadores de transacciones con tarjeta.

El BPI, que asiste a los bancos centrales y tiene su sede en la ciudad suiza de Basilea, observa que los progresos en los sistemas de pago en Latinoamérica son desiguales, en algunos países se ha progresado mucho y en otros todavía no.

También considera que es necesario avanzar en mejorar la eficiencia de los pagos transfronterizos, que son lentos y caros.

Y dice a los bancos centrales de Latinoamérica y el Caribe que pueden contar con su apoyo.

Con información de EFE. 

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