Aplicar la vacuna contra el Covid-19 en centros de salud privados ayudaría a agilizar el plan de inmunización establecido por el gobierno mexicano, que monopoliza el fármaco hasta el momento por considerarse un asunto de “seguridad nacional”, coincidieron expertos.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, abrió la puerta a la comercialización de las vacunas contra el coronavirus cuando las condiciones lo permitan, pues hasta el momento la escasez del preparado de Pfizer/BioNTech, el único aprobado en el país, ha permitido que las únicas dosis disponibles las maneje el gobierno.

“Si empresas quieren comprar la vacuna y distribuirla en México, no hay ningún obstáculo. Solo se va a solicitar. Este fue ya un acuerdo que se tuvo, que presenten su escrito, su petición y que anexen el contrato de compra de la vacuna”, dijo este miércoles López Obrador, al mismo tiempo que recordó que el gobierno piensa adquirir suficientes para toda la población.

Acelerar las vacunaciones

México ha recibido hasta ahora poco más de 53,000 dosis de la vacuna, mismas que han sido aplicadas al personal médico. El gobierno tiene pensado inmunizar a todo el sector salud para enero de 2021, y a sus 130 millones de habitantes en marzo de 2022, fecha que podría acelerarse si existiese distribución privada.

“Eso permitiría ir mucho más rápido que tener que estar haciendo una sola fila en el servicio público”, dijo el epidemiólogo de la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM), Malaquías López.

El mandatario mexicano señaló que cualquier esfuerzo que se haga para aumentar el despliegue y la cobertura de la vacuna será bienvenido, sobre todo si es “rápido” aunque solo alcance a “una población que tiene capacidad de pago”.

“Si fuera posible, sería muy bueno, porque que cada quien pague su vacuna alivia la presión sobre el sector público”, secundó el doctor Alejandro Macías, epidemiólogo y responsable de gestionar a nivel nacional la epidemia de influenza que México afrontó en 2009.

Aún no se puede comercializar

“El problema es que en este momento no existe ninguna vacuna que tenga lo que se conoce en México como el registro sanitario y en otros países como la autorización sanitaria definitiva, porque los estudios no están todavía concluidos”, recordó Macías.

Las fórmulas de Pfizer, Moderna, AstraZeneca o CanSino tienen la condición de “uso emergente” en los países en los que ya se pueden inyectar.

“Lo cual quiere decir que dada la situación de desastre natural, o como se le quiera llamar, se les da ese registro emergente mientras se tienen los datos definitivos. Por definición, eso no se puede comercializar todavía”, afirmó.

Registro de vacunación

El epidemiólogo de la UNAM dijo que es necesario tener un padrón de los vacunados independientemente de si la aplicación fue pública o privada.

“Tiene que haber un registro bien claro de quiénes deben vacunarse, cuándo, dónde y con qué, de manera que se garantice que completan los esquemas y que ya tienen cobertura”, dijo Malaquías López.

El control es necesario para evitar que pueda haber pacientes que se vacunen dos veces e incluso para no dar prioridad a quienes ya se hayan infectado de manera natural.

Con información de EFE.

También lee: México recibirá la vacuna de AstraZeneca en marzo: López Obrador