Luego de dos años de gobierno, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador tendrá este año su primera prueba de fuego con las elecciones más grandes que haya tenido el país y en las cuales está en juego el control del Congreso, casi la mitad de las gubernaturas estatales y el futuro de las reformas en la agenda.
“El presidente se juega la aprobación ciudadana a su primera parte de gobierno y la ratificación de la mayoría de su partido en la Cámara de Diputados”, dice el politólogo David Morales, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El próximo 6 de junio se espera que 94 millones de mexicanos elijan a los 500 diputados federales, 30 congresos estatales y 1,900 ayuntamientos. Es la primera vez en la historia de México que se eligen tantos cargos públicos a la vez.
Esta mayoría le ha servido para reformar la Constitución y otras leyes que le han permitido crear la Guardia Nacional e imponer prisión preventiva para los corruptos, además de limitar el sueldo de los altos funcionarios.
Estas elecciones son importantes porque López Obrador necesita “revalidar la mayoría de su partido para poder llevar a cabo la agenda de sus reformas políticas” en la cámara baja, que estará vigente hasta concluir la presidencia en 2024, señaló Morales.
Una débil oposición
En un intento por frenar al presidente, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), crearon la coalición Va por México para quitarle puestos a Morena en la Cámara de Diputados.
“Veo una oposición débil. A pesar de que son partidos que se unen, están debilitados por dentro. No han trabajado una propuesta alternativa al proyecto de López Obrador”, dijo Morales sobre la oposición, que no acaba de convencer frente a la popularidad del presidente.
Morena es el partido favorito de los mexicanos, según diversas encuestas que también reflejan que la institución tiene un gran reto por delante ya que López Obrador no participa en la elección.
Por ello el politólogo opinó que el presidente necesita estar en campaña permanente desde Palacio Nacional.
Morena, que actualmente gobierna solo en cinco estados, podría multiplicar su poder si gana las gubernaturas de Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas.
“No son pocas, prácticamente la mitad del país. Se disputará buena parte del territorio, sobre todo del norte”, subrayó Morales, quien predijo que “la competencia a nivel local estará más cerrada que a nivel federal”.
Con información de EFE.
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