La industria restaurantera lanzó un “grito de auxilio” a la jefa de gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y al gobernador del Estado de México (Edomex), Alfredo del Mazo, solicitando no condenar a miles de negocios a la quiebra y a trabajadores al desempleo por las medidas a causa del coronavirus o Covid-19.

“Tan sólo en el Estado de México antes de la pandemia se tenían registrados 70 mil restaurantes generando 340 mil empleos directos. Hasta el momento han cerrado definitivamente 10 mil unidades, con una pérdida de, al menos, 50 mil empleos directos”, se lee en un desplegado que lanzaron a nivel nacional.

Señalan que se perderá el patrimonio de miles de personas ya que los restaurantes terminaron con sus ahorros, los cuales fueron utilizados para adecuarlos a las medidas sanitarias y de protección correspondientes, por las cuales no hay riesgo de contagio de coronavirus en sus instalaciones.

“Además, los periodos de gracia con nuestros acreedores se han terminado. Tenemos el agua hasta el cuello porque debemos seguir propagando impuestos, licencias, servicios, etcétera, y con las puertas cerradas es imposible, ya no sólo pagar las deudas, sino sobrevivir”, indican los restauranteros.

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Por lo anterior, indican que miles de personas serán condenadas al desempleo, calculando la pérdida de 450 mil a nivel nacional a finales de año, al igual que la cadena de suministro cuenta con daños.

Destacan que sus instalaciones no son fuentes de contagio de la Covid-19 y que pese a las medidas impuestas por el semáforo rojo en Ciudad de México y Edomex la venta de comida informal siguió en operación.

“Mientras que en todo el mundo se han dado prórrogas para el pago de impuestos y servicios, apoyo para negociar con proveedores e incluso subsidios al desempleo, aquí no hay nada”, y en el caso de CDMX se organiza la entrega de 2,200 pesos para algunos empleados del sector, pero lo mejor sería garantizar su fuente de empleo, además de que la pandemia continuará por más tiempo.

“Por todo lo anterior, les pedimos que la industria restaurantera sea considerada actividad esencial y se nos permita regresar a trabajar. Si algo queda claro es que o abrimos o morimos”, indicaron los representantes del sector en ambas entidades.