Un paramédico latino que fue detenido en Florida por robar tres dosis de la vacuna contra el Covid-19, explicó que su supervisor las quería para su madre y le pidió que lo hiciera, dijo la Policía.

Joshua Colón, de 31 años, está acusado no solo por robar el fármaco, sino por hacer el papeleo necesario para vacunarse a nombre de otras personas y dar información falsa.

La oficina del alguacil del condado Polk, Florida, dijo que Colón renunció a su trabajo el viernes pasado y que este lunes fue detenido, aunque ya se encuentra en libertad bajo fianza.

Las declaraciones que hizo sobre el supuesto supervisor están siendo investigadas, ya que éste se encuentra de viaje, de acuerdo con declaraciones del alguacil Grady Judd.

Mientras tanto el paramédico fue acusado de 15 cargos por diferentes tipos de falsificación, además de utilizar su documentación de identidad personal con fines delictivos y de inventarse una identificación personal.

Serie de inconsistencias

La tarea de Joshua Colón era vacunar al personal de primeros auxilios de una estación de bomberos en el condado Polk y hacer el papeleo necesario para que existiera una constancia oficial de quién se había inmunizado y cómo se había aplicado las vacunas que el estado proporciona de manera gratuita.

El pasado 6 de enero el paramédico recibió tres frascos de la vacuna de Moderna, con 10 dosis cada uno, para inmunizar a los bomberos de Davenport.

En el reporte afirmó que aplicó 28 vacunas y dos fueron desperdiciadas, luego cambió el documento y dijo que 27 habían sido aplicadas y que las dosis perdidas eran tres, cayendo en contradicciones que levantaron sospechas a la policía.

Debido a estas inconsistencias se inició una investigación y dos de los bomberos supuestamente vacunados dijeron que no habían recibido la dosis. Ante esa declaración Colón dijo que antes de la aplicación, su supervisor “bromeó” con él sobre quedarse con alguna dosis para su madre y luego le pidió que reportara las otras tres como perdidas.

También dijo que cuando se fue a almorzar dejó todas las vacunas etiquetadas en un refrigerador y cuando regresó habían desaparecido tres, pero no reportó el hecho a la policía.

Actualmente en Florida solo pueden vacunarse el personal médico y de primeros auxilios, además de los habitantes de residencias para ancianos y sus cuidadores, y mayores de 65 años.

Con información de EFE.

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