Gobierno de coalición y alianzas electorales: es momento de las personas

Gobierno de coalición y alianzas electorales: es momento de las personas

La alianza de PAN, PRI y PRD reconoce que el rival a vencer es Morena. Las encuestas colocan una preferencia de dos a uno sobre estos partidos. Sumadas las tres oposiciones, parece ser una decisión racional porque recorta la ventaja morenista y mejora la posición de competencia de los aliados en la ciudad de Tlalnepantla de Baz.

Sin embargo, la realidad es más compleja. Las preferencias electorales municipales no coinciden con los cálculos pragmáticos de las dirigencias nacionales, sobre todo, si más de la mitad de los votantes probables se declara desafecto a los partidos y de este segmento 1 de cada 3 apoya al presidente de la República, pero no a Morena.  Suponer entonces que una alianza anti-López es eficiente por sí misma, es arar en el desierto. Los votantes perredistas y panistas más blandos en las últimas tres elecciones también han tenido como segunda mejor opción a Morena, pues profesan un antipriismo ideológico. Además, amplias franjas de panistas, priistas, perredistas y apartidistas aprueban al presidente López Obrador porque aprecian a la honestidad sobre la eficacia como el principal atributo político.

Hoy es necesario ir más allá de la polarización nacional e inspirar a esos electorados con una agenda local y un nuevo liderazgo municipal que acredite honestidad junto con preparación y capacidad para atender la emergencia del Covid-19. Apostarle a un político conocido, pero con bastantes atributos negativos, es limitar la alianza a sus pocos votos cautivos y eso significa una inevitable derrota. Es momento de las personas más que de los partidos, es momento del interés general y de las convicciones democráticas. Una alianza electoral para ser competitiva requiere de tres supuestos: un candidato con un perfil ciudadano más transversal para disputarle votos no partidistas a López Obrador, con atributos personales positivos para reducir el rechazo de los votantes antipriistas al interior de la alianza, así como una hoja de vida limpia, acreditada y coherente para responder con propuestas locales a la coyuntura social, en este caso, las tres crisis simultáneas que todos vivimos con la pandemia: salud, ingreso familiar y seguridad pública.

La sociedad demanda una agenda audaz para tener seguridad en nuestras calles, reactivar las cadenas de valor, recuperar el empleo y hacer del gobierno municipal un facilitador de la inversión con todos los instrumentos de política pública posibles: desde la mejora regulatoria, el ordenamiento territorial detonador de vocaciones productivas hasta formas de asociación público-privadas para aportar más valor a la ciudad. Urge pensar diferente porque la pandemia está destruyendo empleos y cobrando vidas cada día.

Hay que llenar la alianza con ideas nuevas para enfrentar la realidad de la post pandemia. Tlalnepantla de Baz, es la segunda economía mexiquense y que por su estructura de empleo anclada a los servicios tiene electorados más sofisticados y críticos que en estos momentos son golpeados por la pandemia. Francisco Núñez Escudero, es un economista con atributos personales bien evaluados para hacer frente a los desafíos del futuro inmediato y la sensibilidad política y técnica necesaria para lograr un entendimiento amplio con electorados diversos que exigen un liderazgo más ciudadano, honestidad, templanza y resultados probados para superar las tres crisis pandémicas del presente. Repito, es momento de las personas, no de los partidos: esa es la razón moral y la esperanza de la alianza.

Oscar Juárez, Politólogo


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