Un estudio revela el impacto de los embalses en el ciclo natural del agua

Un estudio revela el impacto de los embalses en el ciclo natural del agua

Los embalses construidos por humanos registran 57% de la variación total de los niveles de agua dulce almacenada en la superficie terrestre a nivel global, por delante de estanques o lagos naturales, según revela un estudio estadounidense que publica este miércoles la revista “Nature”.

La investigación, realizada por Sarah Cooley, de la Universidad de Stanford, con Laurence Smith, de la Universidad de Brown, refleja por primer vez el impacto humano en el ciclo global del agua, que se conoce menos que, por ejemplo, el efecto de la actividad de las personas en la atmósfera o en los bosques.

El equipo empleó el Satélite ICESat-2 de la NASA para recopilar entre octubre de 2018 y julio de 2020 el mayor número de datos que existe sobre niveles de agua en diferentes momentos del año en más de 227,000 lagos, estanques y construcciones artificiales como embalses de todas partes del mundo.

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Los expertos descubrieron que, aunque los embalses suponían solo 4% de todos los cuerpos de agua analizados, registraron 57% de la variabilidad total del agua estacional, y en lugares áridos como Oriente Medio, India y parte de África o Estados Unidos esa variabilidad atribuida al control humano se elevaba 90%.

Los científicos determinaron que, mientras que en los lagos y estanques naturales los niveles de agua variaban de promedio entre las estaciones unos 0.22 metros, la variación era de 0.86 metros en el caso de los embalses gestionados por humanos.

“Todo sumado, la variación mucho mayor de los embalses frente a los lagos naturales significa que los primeros son responsables de 57% de la variación global”, concluyen en su estudio.

“Esto es una tremenda influencia en el ciclo del agua”, constata Smith, que señala que, según sus conclusiones, la variación en el nivel del agua derivada de la acción humana es superior a la resultante de fenómenos naturales como inundaciones, sequías o deshielos.

“Tendemos a pensar en el ciclo del agua como un sistema puramente natural: la lluvia y el deshielo van a los ríos y estos al océano, donde la evaporación reinicia todo el ciclo”, afirma a su vez Cooley.

“Nuestro estudio demuestra que los humanos somos responsables de la mayor parte de la variabilidad del agua estacional almacenada en la superficie de la Tierra”, enfatizó.

Con información de EFE. 

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