Urban Sun, un proyecto del diseñador neerlandés Daan Roosegaarde, promete reducir la cantidad de coronavirus en los espacios públicos concurridos a través de la iluminación con luz ultravioleta.
El objetivo de esta iniciativa es combatir el impacto negativo del aislamiento social, por lo que busca mejorar la situación de los eventos culturales, deportivos, las plazas públicas y los patios escolares, alejando el uso de cubrebocas para los asistentes y el metro y medio de distancia interpersonal, gracias a un globo a medida suspendido sobre sus cabezas que iluminará un círculo gigante de luz, la zona segura.
La base de esta idea es el poder de la luz ultravioleta, pues investigaciones científicas de la Universidad de Columbia y de Hiroshima demuestran que una nueva luz ultravioleta lejana, con una longitud de onda de 222 nanómetros, puede desinfectar de forma segura hasta el 99.9% del virus que circula en una zona concreta en un espacio público.
WORLD PREMIERE! Urban Sun cleans public spaces of coronavirus for better human gatherings.#UrbanSun is inspired by the light of the sun, and backed by scientific research that a new far-UVC can safely sanitize viruses.
Let’s be architects of our new normal. pic.twitter.com/0SMmSvwU19
— Studio Roosegaarde (@SRoosegaarde) March 2, 2021
“Urban Sun ilumina un gran círculo de esta luz ultravioleta lejana en espacios públicos, limpiándolos de coronavirus. Actúa como una capa de protección adicional a las reglas actuales exigidas” por las autoridades explicó Roosegaarde, que con el programa piloto ya en funcionamiento espera que “aumente el desarrollo y la aceptación” de la idea y que, entonces, “los próximos pasos sean más fáciles y sencillos”.
En fase de prueba
El lanzamiento de esta iniciativa tuvo lugar junto al monumento más emblemático de Róterdam, el Puente Erasmus, pero “con potencial para futuras exposiciones”, cumpliendo siempre con los estándares de seguridad de la Comisión Internacional de Protección contra Radiaciones No Ionizantes (ICNIRP).
La tecnología proviene del uso en hospitales para reducir el riesgo de infecciones durante las operaciones, por lo que se trata de una luz especial, no la ultravioleta tradicional de 254 nanómetros, conocida por los daños que puede ocasionar.
A diferencia de otras fuentes de luz ultravioleta lejana, Urban Sun ha sido diseñada para no producir ozono y no contiene mercurio: su única tarea es desinfectar las superficies y el aire de todas las bacterias, virus y esporas en cuestión de segundos.
“De repente, nuestro mundo se ha llenado de barreras de plástico y calcomanías pidiendo distancia, nuestra familia se reduce a píxeles en la pantalla de una computadora. Seamos los arquitectos de nuestra nueva normalidad y creemos mejores lugares para conocer e interactuar”, agregó el diseñador.
Por ello Roosegaarde junto a su equipo de diseñadores, expertos externos y otros científicos neerlandeses, estadounidenses, japoneses e italianos se propusieron “descubrir cómo se puede usar el poder de la luz para combatir el virus y, por lo tanto, mejorar nuestro bienestar”.
La fuente de luz ultravioleta lejana que usa Urban Sun es “medida y calibrada” por el Instituto Nacional de Metrología de los Países Bajos (VSL) y el proyecto se lleva a cabo en colaboración con el Consejo de la Junta de Salud Pública, un organismo independiente asesor del Parlamento neerlandés.