El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció que despedirá a 40 expertos de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por sus siglas en inglés) contratados por su antecesor, Donald Trump, que fueron acusados de favorecer a la industria de los combustibles fósiles por grupos ecologistas.

En un comunicado, Michael Regan, administrador de la EPA, afirmó que los cambios “ayudarán a la agencia a recibir el mejor conocimiento científico” y reducirán la influencia de la industria de los combustibles fósiles en las regulaciones medioambientales.

Los 40 expertos laboraban como asesores externos de esa agencia e integraban dos comités que se dedicaron durante el Gobierno de Trump a diseñar regulaciones relativas a la contaminación del aire y la fragmentación hidráulica o “fracking”, entre otros temas.

Grupos ecologistas recibieron la decisión con gusto, sobre todo porque previamente criticaron con dureza las restricciones que Donald Trump impuso a la contratación en la EPA de científicos independientes en favor de expertos favorables a los combustibles fósiles, una política que acabó en los tribunales.

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El grupo hispano Poder Latinx respaldó la decisión de Regan para “volver a hacer de la ciencia una prioridad de la EPA”, mientras que la Asociación Médica Nacional Hispana (NHMA, por sus siglas en inglés) recordó que los latinos de Estados Unidos sufren de forma desproporcionada los efectos del cambio climático y urgió al Congreso a trabajar con Biden para resolver este asunto.

El presidente demócrata desea que la ciencia ocupe un lugar central en las decisiones del Gobierno respecto a la pandemia del coronavirus y desea hacer de la crisis climática uno de los ejes centrales de su mandato.

Para ello, en su primer día en la Casa Blanca anunció el regreso de Estados Unidos el Acuerdo climático de París, del que el país salió por orden de Donald Trump.

Además, Biden creó el puesto de enviado especial del Clima en donde puso al frente al exsecretario de Estado John Kerry, y prometió que invertirá 1.7 billones de dólares en energías limpias para hacer que Estados Unidos reduzca a cero sus emisiones de gases con efecto invernadero para 2050.

Con información de EFE