La inflación, el aumento de los precios de bienes y servicios en México para la primera quincena de abril, se disparó por arriba del 6% a tasa anual, es decir comparada con la medición del mismo periodo del año anterior.

Lo que presionó al Índice de Precios al Consumidor (IPC) fueron los alimentos, ya que diferentes productos estuvieron presionando al indicador.

Se trató especialmente de los alimentos y los productos agropecuarios que tiene mayor volatilidad porque muchos se cotizan en los mercados internacionales.

Esta presión se debió al aumento en su precio, como por ejemplo el jitomate, que fue uno de los que tuvo mayor alza en esta primera quincena de abril.

Además los energéticos, que en las quincenas pasadas habían estado presionando a la inflación, ahora redujeron su efecto en el alza de los precios.

Y aunque las gasolinas y el gas doméstico LP disminuyeron su precio, aunque si lo comparamos a tasa anual, siguen manteniendo aumentos muy importantes, de entre el 20 y 30%

En abril del año pasado comenzó a cerrarse la economía, las actividades productivas, sociales y esto hizo que se generara una menor demanda de los productos y una menor oferta, por lo que hubo un choque que generó que la comparación entre esta primera quincena donde ya vemos una reactivación de la economía, sea mucho más difícil con respecto a lo que teníamos en la primera quincena de abril de 2020.

Sin embargo, esto sí preocupa a los analistas porque la inflación está muy fuera del rango que tiene el Banco de México (Banxico), que sitúa al indicador en 3% +/- un punto porcentual, es decir, que máximo debería estar en un 4% y hoy la tenemos en 6%

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