La zona arqueológica del Templo Mayor reabrió este martes sus puertas al público luego de más de un año cerrado a causa de la pandemia de covid-19.
La reapertura de la zona, ubicada en el centro de la Ciudad de México, se dio bajo estrictos protocolos sanitarios y un reducido acceso a visitantes.
A las 10:00 am el Templo Mayor fue reabierto permitiendo el acceso a “grupos no mayores de 10 personas”, informó la Secretaría de Cultura a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
😷Bajo estrictos protocolos sanitarios reabrimos la Zona Arqueológica del Templo Mayor de Tenochtitlan al público. Nuestra directora, la maestra Patricia Ledesma Bouchan, dio la bienvenida a los primeros visitantes.
Felices de #VolverteAVer pic.twitter.com/KgdlLHWVYi— MuseodelTemploMayor (@MusTemploMayor) April 27, 2021
Horarios de apertura
La zona arqueológica abrirá martes, miércoles, viernes y sábado con un horario de 10:00 a 15:00 horas, destacó el INAH.
Además, el acceso estará restringido a máximo 1,000 visitantes por día, además de que los recorridos serán en grupos no mayores a 10 personas.
A pesar de la reapertura de la zona, las autoridades informaron que el Museo de Sitio aún permanecerá cerrado.
Para el acceso se seguirán las medidas preventivas de carácter obligatorio: el visitante deberá usar cubrebocas desde su llegada y mantenerlo en todo momento.
En el ingreso se tomará la temperatura corporal y se aplicará el alcohol en gel, además de pedir que se guarde distancia de al menos 1.5 metros entre los asistentes.
¡Así fue la reapertura de la zona arqueológica del Templo Mayor! Planea tu visita y sigue todos los protocolos sanitarios. ➡ https://t.co/LExHAlzbgH pic.twitter.com/OTVdO8nzTu
— INAHmx (@INAHmx) April 27, 2021
En caso de que alguna persona presente síntomas de contagio de covid-19 el personal del Templo Mayor la canalizará debidamente según los protocolos establecidos por las autoridades sanitarias.
Importancia histórica del recinto
El Templo Mayor fue el principal centro ceremonial de los mexicas y se utilizó durante la conquista de Hernán Cortés como cimiento para construir el actual centro histórico de la Ciudad de México, levantado sobre la antigua Tenochtitlan.
Los primeros vestigios se encontraron en mayo de 1914, con lo que se marcó el inicio de un nuevo periodo en la arqueología mexicana.
El recinto de la antigua Tenochtitlan albergaba, entre otras edificaciones, el Templo Mayor, con doble capilla dedicada a los dioses Tláloc y Huitzilopochtli, y la Casa de las Águilas, y su desarrollo se dio de los años 1325 a 1521 d.C.
Además, estaba ubicado debajo de la actual Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, una de las primeras iglesias que los españoles construyeron sobre los templos prehispánicos del país.
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