Si eres una persona que ya realiza actividades laborales de manera profesional y por su cuenta, sabrás que debes declarar tus impuestos frente al Servicio de Administración tributaria (SAT).

De igual manera, en alguna ocasión seguramente te has enfrentado a la problemática de haber recibido en tu cuenta bancaria depósitos que no deberían considerarse como ingresos por parte del SAT, como lo son los préstamos.

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No obstante, para el organismo todos los depósitos realizados en tu cuenta bancaria que no estén relacionados con registros de su contabilidad que está obligado a llevar, son considerados como ingresos y valor de actos o actividades, por lo que ante sus ojos, se deben pagar contribuciones.

De acuerdo con el Código Fiscal de la Federación, las autoridades fiscales presumirán de lo anterior salvo que se pruebe lo contrario.

¿Cómo decirle al SAT que tu depósito es un préstamo?

Si quieres que el SAT no considere dicho depósito como un ingreso, deberás acreditar lo contrario, es decir, que los depósitos observados en tu cuenta son préstamos. Para lograrlo, puedes echar mano de un contrato de mutuo simple o con interés, el cual debe estar adminiculado además con otras probanzas que acrediten su materialidad, con los recibos o estados de cuenta bancarios de la persona.

¿Y los traspasos?

Este mismo problema puedes tenerlo en el caso de que alguien te realice un traspaso de dinero a tu cuenta, ya que al igual que con los préstamos, el SAT lo identificará como un ingreso.

Para demostrarle al organismo que no se trata de un ingreso, deberás presentar los siguientes documentos:

• Estados de cuenta.
• Papeles de trabajo y copia del recibo en donde se especifique el monto y la cuenta de donde proviene el depósito.
• Forma de pago.
• El número de cheque o reporte de transferencia.
• Número y nombre de la cuenta bancaria abierta a su nombre.