Desde que aparecieron en la escena de la vida pública, las tarjetas de crédito y débito cambiaron en poco tiempo la manera de pagar productos y servicios, haciendo que dicho proceso fuera más rápido, práctico y sobre todo seguro, ya que eliminó la necesidad de cargar efectivo.
Gracias a la incorporación de la banda magnética, que incorpora los datos y la conexión directa con la cuenta bancaria en los plásticos, se abrió un nuevo mundo de posibilidades y, aunque tardó en generalizarse, lleva décadas cumpliendo con su función.
Sin embargo, este avance tecnológico, a pesar de su practicidad, tiene sus años contados, de acuerdo con un reciente anuncio realizado por la multinacional de servicios financieros Mastercard.
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La visión futurista de Mastercard
La compañía dio a conocer que retirará de manera progresiva las bandas magnéticas de sus tarjetas, con la finalidad de eliminarlas por completo en 2033.
El plan de la compañía es que todas las tarjetas emitidas desde el año 2024 ya no cuenten con esta banda magnética. Dicho plan será puesto en marcha en primer lugar en Europa y posteriormente comenzará a implantarse en Estados Unidos en 2027.
La compañía señaló por medio de un comunicado publicado en su web, que dicha decisión responde al cambio de modelo y de tendencia en los pagos con tarjeta por parte de los consumidores, además de los avances tecnológicos, mismos que en parte fueron impulsados por la crisis sanitaria del coronavirus.
La banda magnética
De acuerdo con Mastercard, la banda magnética cambió y revolucionó el mundo de las compras y los pagos. Fue introducida en el mercado en la década de los sesenta gracias a una tecnología desarrollada por IBM que ofrecía la posibilidad a los bancos de codificar la información de sus clientes en ella.
Fue el primer escalón paso en dirección a una herramienta más tecnológica: el chip. Cada peldaño, ha ofrecido una mayor seguridad a los usuarios.
Su retirada siete décadas después responde, según Mastercard, a que “los consumidores cambian sus hábitos de pago como al desarrollo de nuevas tecnologías. Las tarjetas con chip actuales funcionan con microprocesadores que son mucho más capaces y seguros, y muchas también están integradas con pequeñas antenas que permiten transacciones sin contacto. Las tarjetas biométricas, que combinan huellas dactilares con chips para verificar la identidad del titular de la tarjeta, ofrecen otra capa de seguridad”.
Cambio gradual
La decisión de prolongar el proceso de desaparición algo más de una década responde al deseo de Mastercard de dar margen a todas las partes implicadas, por pequeñas que sean, de “introducir gradualmente el procesamiento de tarjetas con chip”.
Actualmente, el 86% de las transacciones con tarjeta en todo el mundo se realizan con la tecnología de los chips EMV (Europay Mastercard VISA). El gesto de pasar la tarjeta para que el terminal lea su banda magnética cada vez es menos común en favor de la lectura sin contacto.
Mastercard señaló que su decisión está además respaldada por un estudio realizado el mes pasado por Phoenix, el cual señaló que 81% de los titulares de tarjetas en Estados Unidos a los que se les preguntó, se pronunciaron a favor de tarjetas sin banda magnética y un 92% aseguró que “aumentaría o mantendría el uso de sus tarjetas si la banda magnética ya no estuviera”.