A un año y medio de que inició la pandemia en México, ¿qué hemos aprendido? Susana López Charretón, investigadora del Instituto de Biotecnología de la UNAM, dijo que, además del uso de cubrebocas, la sana distancia, el lavado constante de manos, el limitar la movilidad y vacunarse y no hacer reuniones con muchas personas en lugares cerrados, lo más importante es acudir a fuentes de información serias para evitar la infodemia, las mentiras, las fake news.
A 18 meses del brote del virus SARSCoV-2 en el país, la pandemia por el Covid-19 es la más grande que le ha tocado vivir al mundo, afirmó.
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Los datos: de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde finales de 2019 cuando apareció el virus en la ciudad China de Wuhan, se han contabilizado cerca de 200 millones de casos de contagio, cuatro millones de muertes en todo el orbe y se han aplicado casi cuatro mil millones de dosis de vacunas, “pero aún falta una buena parte”, advirtió.
La pandemia no da tregua en México
En el caso de México, donde se vive la tercera ola de contagios, se contabilizan casi tres millones de personas que han padecido la enfermedad. La especialista explicó que los síntomas que se manifiestan son tan comunes que no permite distinguirlos de una gripa común, ya que los enfermos de Covid-19 presentan tos seca, dificultad respiratoria, fiebre, escalofríos, dolores articulares y musculares, vómito, diarrea, pérdida del gusto y olfato; “son tan genéricos que se han tenido que diseñar pruebas específicas para su diagnóstico”, aseguró la científica.
Durante su participación en la edición virtual de la Sexta Feria del Libro de Ciencias de la Salud 2021, la especialista en virología hizo un repaso de lo que se sabía al inicio de la pandemia hasta lo aprendido en este momento.
El efecto de la pandemia
López Charretón comentó que actualmente se ha detectado que 80% de las infecciones son leves, la mayoría cursa la enfermedad estando en casa, 15% requiere cuidados de respiración en un hospital y sólo 5%de los pacientes necesita de cuidados intensivos y llegan a un estado crítico.
La viróloga detalló que hoy en día se sabe que el virus tiene una fase de replicación al inicio de la afección, “el virus ya se está replicando y el paciente no tiene síntomas, es una fase peligrosa porque la persona es contagiosa pero no lo sabe porque los síntomas se presentan de dos a cuatro días después de haberse infectado”.
Se da en la fase moderada y lo que vemos como enfermedad severa y crítica es consecuencia de la infección, pero no debida al virus, sino como respuesta inmune exacerbada del huésped que desata una respuesta inflamatoria que daña principalmente a los pulmones y otros órganos.
Conocer esto ha sido muy importante ya que al inicio no se sabía en qué punto empezar a tratar la infección, “no sirve de mucho colocar medicamentos para parar la replicación del virus a un paciente que ya está en estado crítico puesto que ya pasaron por esa parte y se tienen que atender otros problemas derivados de la infección en sí, pero que ya tiene otras manifestaciones”.
En ese contexto, se sabe que 47% de las personas son contagiosas en una fase presintomática y por eso este virus es difícil de controlar. Hay quienes tienen la enfermedad y nunca presentan un síntoma, pero sí contagian.
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