Una forma de fraude que es cada vez más común en los cajeros automáticos consiste en el uso de dispositivos que son capaces de robar el dinero y las tarjetas a los usuarios de las instituciones bancarias.
Los ataques consisten en dispositivos que son colocados sobre la ranura donde introduces la tarjeta e incluyen una trampa con un resorte que impide que la tarjeta sea expulsada del cajero automático (ATM) cuando se completa la transacción, esta técnica es llamada ‘card trapping‘.
Las trampas con resortes continúan siendo muy utilizadas en los fraudes de acuerdo a un informe desarrollado por el Equipo Europeo de Seguridad de Cajeros Automáticos (EAST).
“Una vez que se ha introducido la tarjeta, las trampas impiden que se devuelva al cliente y también que el cajero automático la retraiga”.
¿Qué hacer si el cajero no te da dinero?
A pesar de los mensajes de advertencia que aparecen en la pantalla del cajero automático una gran cantidad de clientes del sistema financiero continúan sin informar al banco cuando una tarjeta es retenida, lo que provoca pérdidas considerables en las transacciones y puntos de venta.
De acuerdo a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) es necesario reportar de manera inmediata si un cajero te retiene tu tarjeta. Será necesario que tengas a la mano el número de cajero y el nombre de la institución que es responsable del ATM.
La mayoría de los fraudes de captación de tarjetas se producen fuera del horario bancario normal y el uso fraudulento inicial tiene lugar en los 10 minutos siguientes a la retención de la tarjeta o bien de la consulta de saldo y del retiro de efectivo en un cajero automático.
Es importante que guardes tus recibos y los compares con tu estado de cuenta.
Una vez elaborado el reporte las instituciones bancarias te informarán el tiempo que deberás esperar para que tu reembolso este disponible en tu cuenta. En algunas ocasiones el plazo suele durar hasta cinco días hábiles.
¿Cómo cometen un fraude los ladrones?
Las tarjetas de los cajeros automáticos almacenan los datos de las cuentas a través de la banda magnética en el reverso de las tarjetas. Los ladrones han centrado su atención en extraer los datos de las tarjetas de los clientes, ya sea a través de lectores manuales o de bandas magnéticas en los cajeros automáticos. Los datos pueden volver a codificarse en tarjetas de cajero automáticas en blanco y utilizarse en el cajero junto con el PIN de la víctima para retirar dinero.
El método EMV utiliza un algoritmo secreto incrustado en el chip colocado en cada tarjeta de cajero automático. El chip codifica los datos de la tarjeta, lo que hace más difícil que los defraudadores lean información de ellas o las clonen.
En caso que tu institución bancaria no te responsa deberás acudir a las oficinas de la Condusef para levantar un reclamo.
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