Desde marzo de 2018 en México se promulgó la Ley para Regular a las Instituciones de Tecnología Financiera, la llamada ‘Ley Fintech’

Las fintech han tomado partido como las líderes de la bancarización, aumentando a sus servicios a personas físicas y morales de manera equitativa, señala Sebastián Medrano.

La idea original de la legislación era fomentar un marco regulatorio a una industria disruptiva, que se halla en constante crecimiento, con el fin de impulsar mecanismos de certidumbre, además de incentivar la innovación y competencia y brindar mejores productos y servicios a los usuarios.

Cuando entró la ‘Ley Fintech’ proyectó esperanza para un sistema que necesitaba crecimiento y en aquel momento México, se posicionaba como una potencia dentro del sector. Considerando los obstáculos de inclusión que continúan vigentes en el país.

Por su parte, la legislación ha llevado un rol relevante en la proyección de estas empresas, pero los procesos de regulación han sido uno de los grandes pendientes pues sin el las oportunidades de las fintech van desapareciendo.

Y mucho tiene que ver la burocracia y el retraso para la aprobación de permisos que han ido en contra de más de una fintech que buscaba adherirse a la normatividad. A pesar de que al entrar esta ley, muchos trataron de participar dentro de las normativas, pero no ha sido fácil e incluso hay quienes dejaron de intentar.

Resulta alarmante que desde que apareció la ley solo 24 fintech han tenido la autorización definitiva para operar en México y se mantienen 93 solicitudes de autorización en proceso.

No obstante, el más reciente reporte Fintech Radar 2021 de Finnovista destacó que en el país hay más de 512 empresas de este rubro, con un crecimiento estrepitoso anual de 16% en relación con 2020. Posicionando a México en el segundo lugar de América Latina, después de Brasil.

Esto indica que no hay una correlación entre el crecimiento del sector y los avances en la aprobación de permisos de la CNBV. Más bien existe una demanda creciente de servicios digitales que se reflejan en el florecimiento de las fintech en México, pero es necesario encontrar estrategias para modificar el retraso.

Pese a los apuntes negativos, también existen buenas noticias en el sector, por ejemplo en empresas que fueron adquiridas no hace mucho por la compañía brasileña Dock, Flink y Cacao.

Además dentro de las certezas que se han vislumbrado está que la ‘Ley Fintech’ trajo consigo aspectos importantes en pro del sercto, como la captación de buena inversión a partir del crecimiento de las fintech. De acuerdo con datos del reporte Fintech in Latin America. The State of the Ecosystem de Latam Fintech Hub, se ha registrado una inversión de 1,072 millones de dólares, cifra que representa al menos 14% del total del capital de riesgo en América Latina.

Entonces solo falta agilizar estrategias para el desarrollo de las fintech y así ver un mejor panorama para los empresarios y clientes.

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