El tramo 5 del Tren Maya se suspendió por no tener autorización en materia de impacto ambiental.

La construcción del Tren Maya, impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, fue suspendida esta semana debido a que el juez señaló que un grupo de buzos presentaron una demanda de amparo, porque no cuenta con una autorización de impacto ambiental.

El juzgado primero del Distrito de Yucatán ordenó la suspensión provisional de la construcción del tramo 5 del Tren Maya, el cual tiene trazo de Playa del Carmen a Tulum, Quintana Roo.

Adrián Fernando Novelo Pérez, Juez primero de Distrito en el Estado de Yucatán, señaló que la suspensión tiene el propósito de evitar daños inminentes al medio ambiente de difícil o imposible reparación.

“Procede conceder la suspensión para el efecto de que se suspenda o paralice cualquier acto que tenga como finalidad la continuación de la construcción del tramo cinco, sector sur, del Proyecto Tren Maya”, añadió Novelo Pérez.

Cabe señalar que esta es la primera vez que las autoridades se pronuncian en contra de la megaobra, misma que ha generado muchas críticas por la deforestación de las selvas en distintos tramos donde se mantienen los trabajos de construcción.

Ante esto, el Juez Novelo Pérez indicó que, mientras no decida si concede o no la suspensión definitiva, no puede seguir la ejecución de obras relacionadas con la construcción, infraestructura, remoción o destrucción de la biodiversidad del terreno o cualquier otra actividad que implique la ejecución material de la obra.

Asimismo, el juez enfatizó que la suspensión es obligatoria tanto para las dependencias del gobierno federal, como para cualquier empresa privada contratada para realizar trabajos de construcción del tramo cinco, sector sur, del Tren Maya.

Además, las dependencias públicas deben garantizar que los particulares tomarán las medidas pertinentes para el cumplimiento estricto de la suspensión provisional en los términos y para los efectos precisados en el acuerdo.

Por esta razón, el 22 de abril a las 12:05 horas se llevará a cabo la audiencia incidental en la que se determinará si se concede o no la suspensión definitiva.

La denuncia por las afectaciones de la construcción iniciaron por un grupo de buzos profesionales, quienes manifestaron, “bajo formal protesta de decir verdad”, que tienen conocimiento que se modificó de última hora el trazo original del tramo cinco del Tren Maya. Los buzos señalaron que ello fue el resultado de una falta de planeación, conocimiento, precaución y estudios relacionados con el suelo kárstico que impera en la zona, así como la falta de estudios de impacto ambiental.

Además, agregaron que el proyecto atravesará ríos subterráneos ya que el trazo es de norte a sur y los ríos subterráneos corren de oeste a este, e incluso, demostraron que la deforestación que se inició en Playa del Carmen, Río Secreto, Akumal y Tulum se realizó sin los estudios sobre el tipo de suelo, ni rescate de fauna y flora, omitiendo así el impacto ambiental que sería grave.

Ante esto, el juez señaló que los quejosos cumplieron con los seis elementos previstos en el artículo 128 de la Ley de Amparo para concederles la suspensión, por ejemplo: acreditar el interés legítimo como habitantes del municipio de Solidaridad y beneficiarios de los servicios ambientales de la zona.

Por eso, Novelo Pérez añadió que con la concesión de la suspensión provisional no se afecta el interés social ni el orden público porque, pues aunque la sociedad tiene interés en que se construyan vías de comunicación para el servicio público, también le interesa que se realice conforme a las leyes en materia ambiental mexicana.

“La continuidad en la construcción de la obra conlleva una alta probabilidad de modificar el ecosistema, en tanto que, con la suspensión de la ejecución de la obra, hasta en tanto se dicte la suspensión definitiva, se pudiera evitar daños inminentes e irreparables al medio ambiente”, agregó.

Ante este panorama, se emitió una resolución en Yucatán concediendo la suspensión provisional del tramo cinco del Tren Maya, donde no se permitirán ejecuciones relacionadas con su construcción, infraestructura, remoción o destrucción de la biodiversidad.

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