El Vaticano negó una solicitud de audiencia al secretario de Estado Mike Pompeo con el Papa Francisco, y lo acusó de un intento de llevar a la Iglesia Católica al terreno político de Estados Unidos con denuncias de sus relaciones con China.

Pompeo acusó a la iglesia de poner “su autoridad moral” en peligro en caso de que renovase sus acuerdos con China respecto a la designación de obispos. El secretario de Estado tenía previsto una reunión con funcionarios del Vaticano el jueves.

La declinación de Francisco para una reunión con Pompeo la dieron a conocer el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado y el arzobispo Paul Gallagher, ministro de Relaciones Exteriores; dijeron que el Papa no se reúne con políticos antes de las elecciones.

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“Sí, él la solicitó. Pero el Papa ya había dicho claramente que no se reciben figuras políticas en periodos electorales. Esa es la razón”, dijo Parolin.

El Papa Francisco tiene cierta autoridad respecto al nombramiento de los obispos en China debido al acuerdo de dos años que Pekín tiene con el Vaticano (el cual concluye en octubre, pero se espera sea renovado).

En la Santa Sede consideran que el acuerdo es un avance, ya que han sido décadas de marginación a los católicos de China, quienes han sido marginados.

“Normalmente, cuando estás preparando estas visitas entre funcionarios de alto rango, negocias la agenda para lo que vas a conversar de forma privada, confidencial. Es una de las normas de la diplomacia”, expresó Gallagher respecto a las declaraciones de Pompeo.

Con información de Reuters