La jueza Amy Coney Barrett avanzó para su confirmación en el Senado como la nueva magistrada del Tribunal Supremo del país, luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la propusiera para el cargo.
Los senadores republicanos le dieron su apoyo unánime y el Comité Judicial de la Cámara Alta aprobó la confirmación de Barrett, aun con el boicot de los demócratas.
Con ello, el camino está despejado para que el próximo lunes, el pleno del Senado confirme de Barret para ocupar el puesto que dejó la progresista Ruth Bader Ginsburg, quien falleció el mes pasado.
La votación será realizada una semana antes de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre entre Trump y Joe Biden; se prevé como segura la confirmación de la magistrada porque los republicanos tienen la mayoría en el Senado.
Trump ha presionado para que Barrett sea confirmada en el puesto del Tribunal Supremo, lo que ayudaría para resolver cualquier litigio relacionado con las elecciones presidenciales.
Por parte, Biden anunció que de ganar las elecciones nombrará una comisión bipartidista que estudie la situación del Tribunal Supremo, esto por las acusaciones de Trump sobre ampliar el número de sus jueces para reequilibrarlo; lo anterior en una entrevista con el programa “60 Minutes” que emitirá el domingo la cadena de televisión CBS.
“Lo que haré es establecer una comisión nacional bipartidista de académicos, expertos constitucionales, demócratas, republicanos, liberales, conservadores, y les pediré que en 180 días me vengan con recomendaciones sobre cómo reformar el sistema judicial, porque se está saliendo de control”, dijo Biden.
Preguntado sobre si el trabajo de la comisión se centraría en la posibilidad de ampliar el número de jueces del Supremo, el candidato demócrata aseguró que “iría mucho más allá”.
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“Lo último que tenemos que hacer es convertir al Tribunal Supremo en un (partido de) fútbol político, quien tiene más votos obtiene lo que quiere. Los presidentes vienen y van y los magistrados del Supremo permanecen durante generaciones”, agregó.
Con la confirmación de Barrett habría un equilibrio a la derecha del Tribunal Supremo muy probablemente por décadas, debido a que se trata de puestos vitalicios, ya que la Corte quedaría con seis jueces conservadores y tres progresistas.
Trump ha acusado a Biden de planear una reforma que amplíe el número de magistrados del Tribunal Supremo y lograr así una mayoría progresista en el máximo tribunal.
Biden, que hasta ahora se había negado a aclarar su postura sobre este asunto, se comprometió a responder sobre el tema antes del segundo y último debate presidencial que mantendrá hoy con Trump en Nashville, Tennessee.
En el Partido Demócrata han habido voces que solicitan que en caso de ganar, las elecciones se amplíe el número de jueces, algo que ya han hecho otros presidentes en el pasado, para reequilibrar su composición.
Durante las audiencias para su confirmación, Barrett se ha negado a decir si se recusaría en un caso de apelación que llegue al Tribunal Supremo en relación con los resultados de las elecciones, pese a haber sido nominada por uno de los dos candidatos en liza: Trump.
La jueza se ha mostrado contra el aborto, aunque tampoco ha querido aclarar si votaría para socavar ese derecho reconocido desde 1973.
La comisión Judicial del Senado adelanta la designación de Amy Coney Barrett para la Corte Suprema a pesar del boicot demócrata https://t.co/CjVtwkzIKL
— CNN en Español (@CNNEE) October 22, 2020
Con información de EFE