Renuncia director de delitos electorales estadounidense tras orden para investigar supuesto fraude

Renuncia director de delitos electorales estadounidense tras orden para investigar supuesto fraude

Richard Pilger, director de delitos electorales del Departamento de Justicia de Estados Unidos, renunció este lunes a su cargo tras la orden del fiscal general, William Barr, de investigar el supuesto fraude en los comicios presidenciales.

“Habiéndome familiarizado con la nueva norma y sus ramificaciones (…) lamentablemente debo renunciar a mi cargo como director de la División de Crímenes Electorales”, anunció Pilger en un comunicado interno que fue filtrado a medios estadounidenses.

Pilger también lamentó que la orden de Barr “deroga una norma de 40 años de no interferencia (federal) en investigaciones de fraude electoral durante el periodo anterior al de certificación de las elecciones”.

Esta dimisión llega después de que Barr criticó este lunes el papel de la división de Pilger y diera instrucciones a todos los fiscales del Departamento de Justicia para investigar supuestas irregularidades en las pasadas elecciones presidenciales antes de que los resultados sean definitivos.

“Autorizo a investigar denuncias sustanciales de irregularidades en el voto o en la tabulación del voto antes de la certificación de las elecciones en sus jurisdicciones en ciertos casos, como ya he hecho yo en instancias específicas”, dijo Barr en un memorando a sus fiscales.

“Dichas investigaciones y revisiones pueden realizarse si existen denuncias claras y aparentemente creíbles de irregularidades que, de ser ciertas, podrían potencialmente afectar el resultado de una elección federal en un estado concreto”, añadió Barr.

El fiscal general del presidente, Donald Trump, también instruyó a sus fiscales a que descarten las denuncias de casos que, de ser ciertos, no afectarían al resultado final, ya que estos pueden retomarse una vez certificados los resultados.

En el memorandum, Barr mostró su preocupación por los protocolos en el Departamento de Justicia para una investigación de este tipo, que señalan específicamente que no deben activarse hasta que los resultados son oficiales.

Barr consideró estos protocolos, a los que aludió Pilger en su dimisión y que tienen como objetivo que sean los estados y no el Gobierno federal quien decida las elecciones, “pasivos y demorados”, y también dijo que “pueden dar lugar a situaciones en las que una mala conducta electoral no pueda rectificarse de manera realista”.

William Barr puso a los fiscales federales al servicio de la estrategia de Trump, quien no ha reconocido su derrota en los comicios de la semana pasada frente al presidente electo, Joe Biden, y denuncia sin prueba alguna un fraude electoral.

Te puede interesar: Biden estudia acciones legales para obligar a Trump a la transición

La campaña de Trump y el Partido Republicano interponen más de una decena de demandas en varios estados, denunciando supuestas irregularidades, pero aunque esos casos fuesen ciertos no parecen ser suficientes para revertir el resultado.

Para ganar las elecciones en los tribunales, Trump debería darle la vuelta al escrutinio en Pensilvania, Georgia y Nevada o Arizona, todos ellos estados en los que Biden ya ha sido declarado ganador o lidera el escrutinio de forma clara.

Con información de EFE

,