El sector vinícola busca aumentar el consumo de vino en México y aumenta la producción

Aunque el vino no se encuentra entre las bebidas más demandadas por los mexicanos, el sector vinícola quiere impulsar el mercado, y de acuerdo con datos registrados por el Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV), el consumo de vino en el país aumentó de 450 mililitros a 1.2 litros por persona al año. Sin embargo, dicha cifra no es tan alentadora si se compara con otros productores del sector, como Chile, donde el consumo se eleva a 14 litros anuales por persona. Asimismo, la cerveza sigue apuntando cifras bajas, pues cada mexicano consume alrededor de 68 litros al año, según Cerveceros de México.

Así que el desafío para este sector es el incremento de la producción para responder a la demanda local, que tiene un valor de mercado estimado en 2,468 millones de dólares. Cabe señalar que la industria en México es joven, pero ya está buscando madurar.

El presidente del CMV y CEO de Monte Xanic, Hans Backhoff, señaló que en los últimos 15 años la demanda de caldos nacionales ha crecido a doble dígito, pese a que la producción actual no ha respondido a este incremento. Con esto, el primer paso será duplicar las hectáreas de vid, para que pasen de 7,000 a 14,000 y, con ello, crecer la participación del producto nacional del 30 al 50% del mercado, dicha estrategia está pensada para obtener resultados a mediano plazo.

Backhoff, también indicó que “Hay una evolución natural de la cultura del vino y hay países que tienen tradiciones muy largas. México no tiene esta evolución, pero la estamos creando. Cada quien pone un granito de arena, y esto nos va llevando a hacer mejores vinos, a producir a mayor escala, con menores precios y mayor eficiencia”.

Cabe señalar que en México son 14 los estados productores de uva, mismos que cuentan con cerca de 400 bodegas que producen 2.5 millones de cajas de vino al año. Sin embargo, una de las metas para el sector vinícola es que conforme se incrementen la demanda y la producción, ocurra lo mismo se eleve el número de productores con miras a la consolidación del sector.

Por otro lado, las empresas productoras de vino buscan generar una estrategia dentro del enoturismo, con esto quieren ofrecer experiencias que permitan a los turistas conocer las regiones, las bodegas y la producción de las etiquetas.

En el país existen seis rutas del vino, dos de ellas se ubican en Baja California, a las que se suman las de Coahuila, Aguascalientes, Querétaro y Guanajuato, y en lo que se establecen las de otros estados productores, como Chihuahua, algunas bodegas tienen ya reciben al público para que hagan recorridos y compras. No obstante, esta área de la industria, que representa hasta un 25% de los ingresos para algunas bodegas, se vio bastante afectado por la pandemia.

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La directora general del CMV, Paz Austin indicó que el organismo trabaja ahora en la reactivación de eventos como las vendimias, o bien, las fiestas que se celebran entre julio y agosto. Asimismo, se está planeando una en la Ciudad de México para la primera mitad del año. Además, los productores buscan enlazar las rutas del vino, como ocurre en la región del Bajío.

En este panorama, el presidente de la Asociación Uva y Vino Guanajuato, Elías Torres, señaló que “El enoturismo es clave en varias regiones, donde es muy fuerte la derrama económica de esta actividad. Pensamos que tiene que ir de la mano con la producción de vino: una bodega sin enoturismo no puede existir. Los consumidores están buscando conocer nuevos lugares y debemos estar listos”.

Es importante decir que con una industria que busca consolidarse, las bodegas también impulsan medidas que les permitan competir en precio en las tiendas frente a otros países. Un ejemplo de ello, es que pretenden la reducción de la carga impositiva para los productores. En Baja California, el año pasado, el gobierno local condonó el pago del gravamen de 4.5% al vino, correspondiente al Impuesto Estatal a la Venta Final de Bebidas con Contenido Alcohólico.

Aunado a esto, se encuentra la propuesta para la actualización del esquema de pago del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), con el fin de que no se calcule por el precio final del producto, sino por el grado de alcohol que contiene cada bebida embotellada, dicha medida se aplicaría a todas las bebidas artesanales.

El director de la bodega Pasado Meridiano y presidente del Sistema Producto Vid de Chihuahua, Jorge Luis Ornelas, refirió que los impuestos elevan el precio final del vino y dificulta la competencia con los importados, que llegan al mercado con un precio más bajo debido a los apoyos para la exportación en sus países.

Así que Ornelas señaló que “Lo ideal sería que el IEPS desapareciera, es la única manera de competir. Debemos tomarlo como si fuera un alimento en lugar de una bebida con alcohol. Gravarlo por los grados de alcohol nos ayudaría mucho, pero lo ideal sería que consideren el vino como un alimento”.

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Además el CMV también promueve la creación de una norma oficial mexicana (NOM) para el sector, ya que ahora se ajusta a las reglas que aplican para todas las bebidas alcohólicas que se producen y venden en el país.

En este sentido, Backhoff afirmó “Queremos una NOM que lo simplifique todo y que nos lleve a regular la parte comercial, la de etiquetado, la parte técnica y, con ello, empezar a formar un bloque que proteja y promueva el vino mexicano como tal”.

Cabe señalar que la industria de vino no se detiene en México, y hay varias bodegas que están impulsando el sector haciendo equipo y ganando medallas por la calidad de sus vinos a nivel internacional. Y el objetivo es claro: posicionar a los vinos mexicanos dentro y fuera del país.

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