El regreso a clases presenciales que deberá ser gradual, ordenado y opcional será totalmente diferente a lo que se tenía acostumbrado antes del 14 de marzo de 2020, cuando se suspendieron las clases, de acuerdo con Ángel Díaz Barriga, investigador emérito del Instituto de Investigaciones sobre la  Universidad y la Educación de la UNAM.

“Hay una serie de cambios en el comportamiento social que nos indican que la escuela del mañana, de la semana que entra será muy, muy diferente a la escuela que conocíamos”, dijo Ángel Díaz Barriga en el programa Las Noticias con Martín Espinosa.

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Para el investigador, muchos serán los cambios que se darán al regresar a las aulas e impactarán más a los alumnos.

“Hoy regresaremos a salones de clase quizá de 12 o 14 niños con una distancia de 2 o 3 metros entre ellos, con cubrebocas, con cubrebrocas el docente, no regresaremos al mismo recreo donde podíamos salir, gritar, empujarnos, etc. No regresará el niño que puede compartir la torta”, destacó Díaz Barriga.

“Hay una cosa que hay que decirle a los alumnos, a los padres de familia: los que regresen a clase no regresarán a la clase que había antes del 14 de marzo de 2020, esa escuela ya desapareció”, puntualizó.

Regreso a clases tardío

Para el investigador emérito del Instituto de Investigaciones sobre la  Universidad y la Educación de la UNAM, existió una presión social para que se diera el regreso a clases presenciales.

“Hay una presión social también que debemos de reconocer en torno a esto que se llama el regreso a clases presenciales. Me parece absurdo porque estamos ya a cuatro semanas de que termine el curso 2020-2021”, platicó Barriga.

“Se perdieron los logros de aprendizaje de acuerdo a los planes de estudio”, enfatizó.

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