Luis Donaldo Colosio, candidato del PRI a la presidencia, recibió dos balazos el 23 de marzo de 1994 mientras realizaba un mitin en Lomas Taurinas, Tijuana
Luis Donaldo Colosio, candidato priista a la presidencia de México fue asesinado en 1994, así que se cumplieron 28 años de este hecho que hasta ahora sigue sacudiendo la política del país, pues las interrogantes alrededor del caso siguen vigentes, incluso el presidente Andrés Manuel López Obrador, busca reabrir el caso del que se considera el asesino, Mario Aburto.
Luis Donaldo Colosio, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), recibió dos balazos el 23 de marzo de 1994 mientras realizaba en un mitin en Lomas Taurinas, en Tijuana, Baja California.
En este sentido, el investigador Flavio Meléndez, autor del libro México río revuelto. Del crimen de Estado al Estado del crimen, señala que “El magnicidio implicó un momento importante, una crisis del sistema político mexicano que ya estaba presente de otras maneras antes del asesinato de Colosio hace 28 años”.
A pesar de que Colosio aún no era presidente, en esa época los candidatos del PRI ganaban las elecciones de forma orgánica hasta la transición en 2000, de este modo, su asesinato se considera el magnicidio más grave en México desde 1928, año en que asesinaron al presidente electo Álvaro Obregón.
Por su parte, Ulises Corona, profesor de política en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explica que “Por supuesto que fue un asesinato de Estado porque todo el sistema político mexicano colapsó porque colapsaron las estructuras económicas, institucionales, ideológicas y sociales”.
Luis Donaldo Colosio, nació en Sonora en el año 1950, y de acuerdo a Corona “era un candidato que simbolizaba la ruptura del viejo régimen priista hacia un nuevo modelo más democrático, mayormente plural, más participativo y de base social”
Su figura trasciende, añade el académico, por ser un líder “carismático, honesto, sencillo y bonachón”, que supo manejar el concepto de unidad nacional e integrar la vida familiar a la política.
Asimismo, el profesor afirma que “Los ideales de Colosio siguen siendo vigentes porque no eran ideales del PRI, eran ideales de un liberalismo social más que económico, de un liberalismo ideológico más que político, de un liberalismo intelectual no partidista”.
Meléndez, afirma que justo por la figura de ruptura que representaba Colosio han surgido teorías de la conspiración alrededor del asesinato de Colosio.
Entre las más comunes se halla que el entonces presidente, Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), lo mandó matar y otra es que Mario Aburto, su asesino confeso, es en realidad inocente y los verdaderos responsables lo utilizaron como “chivo expiatorio”, apunta el escritor.
Lo que se sabe es que mucho antes de que Colosio avanzara con su campaña, ya se oían comentarios sobre que no llegaría a la presidencia, “algo le iba a pasar y que no iba a llegar al día de las elecciones”, señala.
Actualmente, la controversia ha revivido, pues la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) pidió en octubre de 2021 que la Fiscalía General de la República (FGR) indague la detención y sentencia de Aburto, al asegurar que fue víctima de tortura; y así el López Obrador también lo ha anunciado, y quiere que se reabra el caso.
Meléndez hizo una investigación que duró más de 10 años y en ella documentó por lo menos tres peritajes en los que colaboraron Scotland Yard, el FBI y la Policía Española.
Asimismo, el investigador es miembro de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis, y ha tenido las herramientas para estudiar el perfil de Aburto, quien se proponía “terminar con el imperio”, en referencia al PRI, y confesó el crimen desde el día del atentado.
Sin embargo, Aburto y sus padres han dado indicios de que la justicia se equivocó o bien, se planeo todo para detenerlo a pesar de ser inocente. Así que el caso Colosio sigue manteniendo especulaciones de todo tipo, y México sigue a la expectativa del desenlace.
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