Los juzgados otorgaron una gran cantidad de amparos a las compañías para frenar los cambios contenidos en la reforma a la Ley de Industria Eléctrica.

Tras el rechazo a la reforma constitucional y la decisión de la Suprema Corte respecto a no declarar como inconstitucional los cambios a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) se dejarán a los amparos como la vía para definir el futuro de la política eléctrica.

Actualmente, los amparos ante jueces en competencia han detenido todas las modificaciones implementadas desde el Ejecutivo, pues los juzgados otorgaron una gran cantidad de suspensiones a las compañías para frenar los cambios contenidos en la reforma a la LIE, sin embargo, la Suprema Corte ordenó la detención de las resoluciones de fondo hasta definir el futuro de los instrumentos que buscaban fuera declarada como inconstitucional: dos controversias constitucionales y una acción de inconstitucionalidad, sin embargo, ninguna de las anteriores tuvo éxito, pues las primeras se desestimaron, mientras que la de inconstitucionalidad no obtuvo los ocho votos para invalidar la totalidad del documento.

Ante esto, los jueces y tribunales comenzarán a resolver de fondo los cerca de 250 amparos que se presentaron para detener la puesta en marcha de la reforma secundaria, la cual contiene una gran cantidad de los preceptos incluidos en la reforma constitucional, entre los que figuran: el orden en que se toma la electricidad y la revisión de contratos.

Cabe señalar que la administración federal podrá poner en marcha las medidas hasta que se revoque la última suspensión, sin embargo, los abogados no se atreven a dar un plazo sobre la duración de este proceso. Pese a eso, una parte ya ha iniciado y los tribunales ya están levantando algunas de las suspensiones por considerar que las medidas provocarán afectaciones hasta el momento de su aplicación. Y con ello, el camino para que el gobierno federal arranque con las medidas, se ha ido liberando.

No obstante, la decisión de fondo no ha sido tomada y la resolución del futuro de los amparos quedará en los jueces de distrito, así como en los tribunales colegiados que ahora deberán pronunciarse sobre las afectaciones que causan las medidas.

En este sentido, Daniel Sánchez, abogado de Baker & McKenzie señala que “El accionar del mercado depende de si uno es exitoso en sus amparos o no. Ahora vamos a estar en una combinación entre que sí hay algunas disposiciones de la ley que van a aplicarse, pero que a lo mejor las empresas no hacen nada porque no tuvieron afectaciones, y aquellos que sí las tuvieron y por ende se ampararon muy probablemente tendrán la protección de la justicia federal y los eximirá del cumplimiento de la ley a como fue reformada”.

Hasta el momento, es complicado determinar qué partes de la reforma a la LIE se llevarán a cabo después de la decisión de la Suprema Corte y “Va a ser como un híbrido entre lo que ya establece la ley y empieza aplicar, y lo que se impugnó y se va a suspender”, según estima el abogado Sánchez.

Luego de la votación de la Corte, algunos preceptos fueron declarados como válidos, por ser constitucionales, como los principios que deberá seguir el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) para despachar la electricidad, el concepto de fraude a la ley como causal de revocación de un permiso, así como la revisión y probable cancelación de contratos con productores independientes de energía. Sin embargo, hubo otros que no reunieron el número de votos para sacarse del marco jurídico, como: modificar la metodología para la emisión de los Certificados de Energías Limpias y priorizar en el despacho a las centrales eléctricas legadas, aquellas construidas antes de la reforma energética.

Para tratar el primer caso, los abogados del sector se dividen entre quienes defienden que no podrán ser detenidos mediante juicios de amparo porque la decisión de la corte marcó un precedente, y quienes aseguran que las compañías tienen la posibilidad de presentar de nueva cuenta amparos, sobre todo si los cambios les representen afectaciones directas.

Ante este panorama, las compañías ya han comenzado a preparar estrategias y a esperar los fallos de manera individual para determinar las acciones a seguir. Asimismo, los arbitrajes internacionales aún se descartan, sin embargo eso representa todavía un paso más grande.

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