Rosario Robles, extitular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedatu) en el Gobierno de Enrique Peña Nieto y que lleva más de un año en prisión preventiva por el caso de desvío de fondos públicos conocido como La Estafa Maestra, aceptó ser “testigo colaborador” de la FGR para enfrentar su proceso en libertad.
En declaraciones a Radio Fórmula, su abogado, Epigmenio Mendieta, dijo que Robles, de 64 años, no quiere pasar el resto de su vida en la cárcel y tomó esta decisión luego de que la Fiscalía General de la República (FGR) pidiera dos nuevas órdenes de arresto en su contra, por lavado de dinero y delincuencia organizada.
Estas nuevas órdenes de arresto orillaron a Robles a tomar la decisión, apuntó el abogado sobre el llamado “criterio de oportunidad” que busca la exsecretaria y que consiste en colaborar con las autoridades a cambio de beneficios procesales.
Para Mendieta, si se concreta definitivamente que Robles sea testigo colaborador de la Fiscalía, en un mes ella podría estar enfrentando su proceso en libertad, luego de pasar más de un año en la cárcel.
Rosario Robles optó por colaborar porque desconocía si, de concretarse las nuevas órdenes de detención, podría gozar de los mismos beneficios, afirmó Mendieta. La decisión de Robles de ser testigo colaborador de la Fiscalía da un giro a su proceso.
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Robles, acusada de permitir el desvío de fondos por 5,000 millones de pesos por medio de universidades públicas y empresas fantasma, aseguró el pasado 26 de octubre en una carta desde la cárcel que no mentirá para obtener su libertad ya que es inocente y no quiere “salir por la puerta de atrás”.
Falta por conocer a quién señalará ahora al colaborar con la Fiscalía. Todo parece indicar que podría apuntar hacia el extitular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Miguel Ángel Osorio Chong, o el exsecretario de Hacienda y también de Relaciones Exteriores Luis Videgaray, mano derecha de Peña Nieto en su administración.
De acuerdo con el abogado, Robles se sintió abandonada por parte de gente cercana a ella en el Gobierno anterior, por lo que decidió actuar. “Ella esperaba solidaridad por parte de los que formaban parte de ese gabinete”, indicó.
Robles no es la única persona de la administración de Enrique Peña Nieto que decidió actuar como testigo colaborador. El exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) Emilio Lozoya, acusado de corrupción en el caso Odebrecht y por la compraventa irregular de una planta de fertilizantes.
Lozoya fue extraditado desde España a México por un acuerdo con la FGR por el cual acusó a Peña Nieto y a Videgaray en una red de sobornos y ahora afronta su proceso en libertad.
#HoyEnAnimal | @Rosario_Robles_ decidió colaborar con las autoridades y denunciar cómo fue el desvío de recursos documentado en #LaEstafaMaestra. Está “desesperada, enferma y se siente traicionada”, señala su abogado. https://t.co/63BRFWbYil
— Animal Político (@Pajaropolitico) November 24, 2020
Con información de EFE