Un informe presentado este miércoles por Amnistía Internacional (AI) indica que México vive una era en la que el feminismo creciente y las manifestaciones en contra de la violencia de género chocan frontalmente con los estereotipos y la violencia policial contra las mujeres.
“Desde Amnistía consideramos que el enojo de las mujeres debe ser escuchado y respetado para ser visto como un elemento de cambio social. Tiene que ser visto como una demanda colectiva”, explicó Tania Reneaum, directora ejecutiva de Amnistía Internacional México.
AI presenta el informe “México: La era de las mujeres. Estigma y violencia contra mujeres que protestan”, una investigación con el objetivo de analizar el estigma que pesa sobre las mujeres que se manifiestan en México, y donde asesinan a 10 al día.
El informe expone la forma en que ciertas autoridades mexicanas reprimieron a las mujeres cuando protestaban pacíficamente en contra de la violencia de género en 2020, un año que registró cerca de 1,000 feminicidios, asesinatos por razón de género.
Para realizar el estudio, AI se centró en cinco protestas durante 2020 en México, como la toma de una de las sedes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de Ciudad de México el 4 de septiembre, una protesta en León, Guanajuato el 22 de agosto, o la marcha reprimida a balazos en Benito Juárez, Quintana Roo, el 9 de noviembre.
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“Vimos cosas comunes en todas las manifestaciones. Vimos un modelo donde las mujeres salen y expresan su hartazgo ante la impunidad y la falta de respuesta por parte del Estado ante las violencias que sufrimos las mujeres de este país”, explicó Reneaum.
Sus investigaciones muestran que en estas manifestaciones también vieron el componente común de la vulneración de los derechos de las mujeres presentes, como el derecho a la integridad personal o a la libertad de reunión pacífica.
Para la realización del informe hubo dos fuentes de verificación de los hechos: el despliegue de AI en el terreno “de manera casi inmediata a los hechos” y la recolección de testimonios de víctimas directas.
Asimismo, intentaron conseguir testimonios de policías que hubieran estado presentes en las manifestaciones, pero no obtuvieron ninguna respuesta.
Amenazas de policías sobrepasados
“Todo esto fue la evidencia para constatar que en las manifestaciones se violaron derechos humanos y pudimos constatar practicas policiales que se caracterizan por amenazas a las mujeres”, contó la experta.
Amnistía Internacional ha analizado cinco manifestaciones en México en 2020. Y concluye que las autoridades han violado los derechos humanos de las mujeres. Denuncian detenciones arbitrarias, amenazas, intimidación, estigmas y hasta violencia sexual https://t.co/aXtnwouDwR
— EL PAÍS (@el_pais) March 3, 2021
También explicó que de acuerdo con los testimonios recabados, los policías las coaccionaban “con violarlas, desaparecerlas o sobre desnudez forzada, y en algunos casos hasta con violencia sexual”.
Igualmente, también recogieron y comprobaron situaciones de uso excesivo de la fuerza que se manifestó en golpes, detenciones arbitrarias y el uso de un lenguaje “profundamente soez”.
Desde la organización ven “con mucha preocupación” que los policías no sepan actuar ante las manifestaciones sociales, ya que existe un fenómeno de toma de las calles por parte de las mujeres que “rebasa” el entendimiento de quienes forman parte de cuerpos policiales.
Reneaum consideró que por esto se ha ido generando una estigmatización de las mujeres como “violentas”, la cual deslegitima su lucha y potencia el discurso de que “esas no son las formas” cuando, por ejemplo, se daña el mobiliario urbano.
No obstante, la experta consideró que hay que obviar ese tipo de consideraciones porque el enfado es, de alguna manera, una “manifestación de los balances sociales” ante la creciente violencia de género.
En este aspecto, el informe refleja estas “interseccionalidades” existentes entre las nuevas formas de protesta y la actuación policial.
Las “nuevas manifestaciones”
A través de historias personales, el informe de AI revela que el Estado no sabe responder a las “nuevas manifestaciones” y que esta respuesta suele ser “sistemáticamente violenta”.
AI también presentó el documento a los representantes de cada estado y muchos (como Ciudad de México, Guanajuato o Quintana Roo) aceptaron que hay cosas que cambiar, aunque persiste la creencia “de que todo está en el cambio de protocolos”.
Reneaum defendió la urgencia de formar a los trabajadores en llamadas de ayuda al 911 y en la atención de las escenas del crimen, pero en última instancia: “Necesitamos entender en profundidad cómo solucionar las violencias contra las mujeres”.
Para esto refirió que se necesita tiempo para el cambio, especialmente si no se cuenta con “una política de Estado para revertir dos cosas”: los roles y estereotipos de género y la visión de que la solución a todos los problemas de las violencias contra las mujeres es el sistema penal.
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La directora ejecutiva de AI México quiso destacar que son los gobiernos estatales, y no el federal, quien debe “gestionar la política pública entorno a la protesta social” de las mujeres, que visibiliza una de las mayores lacras de México.
Con información de EFE