Casi 12 millones de mexicanos carecen actualmente de acceso a un recurso esencial como el agua potable, una cifra que proyectos privados en colaboración con asociaciones sociales tratan de atenuar.
“En problemáticas tan relevantes como es la seguridad hídrica del país, las alianzas son importantes. Y el rol que el sector privado puede jugar como un elemento transformador en el territorio es gigante”, explicó María José Villanueva, directora de conservación en México del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).
“Los últimos cinco años nos hemos enfocado a trabajar en mejorar la calidad de vida de la Sierra Tarahumara, a través del acceso al agua. Y hemos beneficiado en ese periodo a cerca de 2,000 personas que se encuentran en la extrema pobreza”, agregó.
Las acciones coordinadas incluyen la protección de manantiales que abastecen a los indígenas rarámuris y la instalación de sistemas de captación de agua pluvial, con la correspondiente capacitación de cerca de 500 personas en el mantenimiento de los equipos.
Villanueva explicó que esos sistemas ya han capturaron más de 3.8 millones de litros de agua, pero que “más que hablar de volúmenes” lo importante es “la diferencia en la calidad de vida de las personas que ya no tienen que ir a largas distancias a obtener agua”.
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“Ojalá acciones como estas sirvan para mostrar que sí hay soluciones, y soluciones asequibles, para levantar la voz de estas comunidades que a veces sentimos alejadas”, reclamó.
El Fondo Mundial para la Naturaleza trabaja en la Sierra Tarahumara para abastecer de agua a los habitantes de la región en colaboración con la Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC) y Fundación Coca-Cola México.
La Industria Mexicana de Coca-Cola, por medio de su fundación, realizará una primera inversión de 50 millones de pesos para llevar agua potable a 1 millón de personas para 2030, sumando esfuerzos con asociaciones con organizaciones como el WWF, Pronatura, Global Environment & Technology Foundation y Agua Capital.
Valle de México
Agua Capital es una asociación centrada en el Valle de México, que incluye Ciudad de México y su zona metropolitana que, de acuerdo con su coordinadora de proyectos, Pipola Gómez, “es la zona con mayor estrés hídrico” del país.
“Somos muchísima población la que habita en esta ciudad y el 26 % no recibe la cantidad de agua suficiente en sus hogares, el 15 % no cuenta con servicio diario y casi 1.8 millones de habitantes se abastece a través de pipas (camiones cisterna)”, precisó Gómez.
La Zona Metropolitana del Valle de México ha experimentado un progresivo hundimiento de su suelo desde hace decenas de años debido a la creciente extracción de #agua. Urge controlar el hundimiento
🖋️Daniel Reséndizhttps://t.co/PRGcD1wkZd— Revista Este País (@RevistaEstePais) March 2, 2021
La sobreexplotación de los mantos acuíferos, el cambio climático o la reducción de subsuelos de conservación, es decir, la sustitución de los bosques por asfalto, son los principales problemas que afronta el Valle de México en cuanto al estrés hídrico.
“Sin ser alarmistas, es un escenario bastante grave, pero tenemos alternativas para trabajar”, enfatizó Gómez, inmersa junto a la Industria Mexicana de Coca-Cola en un proyecto de instalación de 100 sistemas para captación de agua pluvial en la capital durante los próximos dos meses.
Cada sistema “puede captar 43 metros cúbicos y garantizar a la familia casi ocho meses de agua”, aunque la instalación también incluye una capacitación para que la gente “tome conciencia sobre los temas del agua y aprenda a darle funcionamiento y mantenimiento”.
Gómez describió que otras soluciones incluyen la restauración de los bosques y aumentar el aprovechamiento del agua residual, ya que sólo se trata “el 16 % del agua residual que genera la ciudad”.
Con información de EFE