La implementación del etiquetado frontal de advertencia a alimentos y bebidas ultraprocesadas es inadecuado, desproporcional y transgrede derechos reconocidos como los derechos de propiedad intelectual, de acuerdo con Juan Carlos Amaro, socio de BC&B y director Jurídico.
“Lo que es claro, es que la NOM 51 está actualmente siendo impugnada y será estudiada en diversos procedimientos judiciales presentados tanto por empresas y personas que consideran que dicha norma es inadecuada, desproporcional y transgrede derechos reconocidos a éstos en instrumentos nacionales e internacionales, como lo son sus derechos de propiedad intelectual”, dijo Juan Carlos Amaro en entrevista.
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De acuerdo con el socio de BC&B y director Jurídico, la norma fue creada con la intención de ofrecer a la población un etiquetado que informe de forma simplificada, con sellos de advertencia, cuando un producto contenga de forma “excesiva” ciertos nutrimentos que podrían representar riesgos para la salud en un consumo desmedido o edulcorantes para que, informados, los consumidores puedan identificarlos y controlar su consumo y, así, disminuir los altos niveles de sobrepeso y obesidad en el país, que son los principales causantes de enfermedades como la diabetes, hipertensión y afecciones cardiacas.
“Sin embargo, las empresas productoras y/o comerciantes de productos que, por su naturaleza, contienen las cantidades señaladas como “excesivas” por esta norma están inconformes con las diversas medidas contenidas en la misma, ya que ésta les produce una afectación, a sus derechos, además de que se pone en tela de duda que estas medidas sean las adecuadas para lograr el objetivo pretendido”, destacó Carlos Amaro.
Principales afectaciones
Para el especialista, una de las principales afectaciones del etiquetado es la violación de forma directa los derechos de propiedad intelectual.
“El artículo 4.1.5. de la NOM-051 prohíbe que las etiquetas o envases de los productos que deberán llevar sellos de advertencia por contener edulcorantes o ciertas cantidades de nutrimentos (“excesivas” de acuerdo a los propios indicadores de la norma), contengan, entre otros, personajes infantiles, dibujos animados, celebridades, deportistas o mascotas, elementos interactivos, que, estando dirigidos a niños, inciten, promuevan o fomenten el consumo de estos productos, aún si estos elementos están protegidos por derechos de propiedad intelectual, por conformar marcas o derechos de autor o incluso si el uso de estos elementos responde al cumplimiento de obligaciones contractuales”, puntualizó.
“En este sentido, dicho artículo viola de forma directa los derechos de propiedad intelectual de los titulares de marcas registradas y derechos de autor, toda vez que los imposibilita a hacer uso de sus intangibles, tal como lo han venido haciendo y conforme a la legislación nacional y de acuerdo a los diversos tratados internacionales de los que México es parte. Lo anterior, genera un impacto serio en las empresas que son titulares de este tipo de derechos, ya que las mismas han invertido tiempo, dinero y esfuerzo en posicionar sus productos en el mercado, los cuales son distinguidos ya sea bajo marcas y/o derechos de autor, que contienen elementos que el artículo 4.1.5. de la Norma prohíbe”, enfatizó Carlos Amaro.
Finalmente, el socio de BC&B y director Jurídico considera que no existe certeza que las disposiciones de la Norma garantizarán el fin para el que fue creada.
“Pues el sobrepeso y la obesidad son enfermedades de origen multifactorial, lo que quiere decir que no se producen por el sólo consumo de alimentos con ciertas cantidades de nutrimentos (“excesivas” de acuerdo a los propios indicadores de la norma), sino que derivan de la acumulación excesiva de grasa en el cuerpo derivado de una mala alimentación habitual combinada con sedentarismo e inactividad física, susceptibilidad genética, cierto estilo de vida, y otros determinantes subyacentes”, recalcó.
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