¿Tienes problemas con el Servicio de Administración Tributaria (SAT)?, ¿no has hecho tu declaración anual?, ¿Cuánto te van a regresar? Temas como estos y muchos más complejos son el pan de cada día para los contadores públicos.

Apoyando a las personas con sus asuntos financieros, cada 25 de mayo celebran su día desde hace 114 años en nuestro país.

“En esta ocasión me congratulo en felicitarlos por haber tomado la decisión de ser contadores públicos y porque estamos convencidos de que nuestra profesión tiene larga vida tanto en México como a nivel global”, dijo Diamantina Perales, presidenta del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMPC).

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En 1907, Fernando Diez Barroso se graduó como el primer contador de comercio en México 18 años después, la Secretaría de Educación Publica, le entregó el título de contador público. Es considerado el principal impulsor de la profesión en el país.

Un personaje multifacético

Papeles, formatos, requerimientos, el deber y el haber, o al menos así lo enseñaban en la preparatoria. Los contadores son mucho más que programadores de gastos.

“El contador público tiene que ser un personaje multifacético, que lo mismo opine de dónde invertir, cómo invertir, cómo mejorar un proceso administrativo. Cómo concretar una negociación cómo llevar a cabo el análisis a través de la estadística”, de acuerdo con la Cámara de Comercio de la Ciudad de México (CANACO).

Sin estos protagonistas del mundo fiscal y financiero, la vida de empresas grandes, pequeñas y medianas, personas físicas o morales, podría volverse un caos.

“A veces uno como contador, por la exigencia laboral no come, no duerme o no llega a casa por estar en la oficina, trabajando, pero al margen de eso, se disfruta, se goza y se termina con esa satisfacción del deber cumplido”, destacó la CANACO.

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