Una de las opciones que tenemos como personas que se han integrado a la vida económicamente activa para lograr alcanzar varios de nuestros objetivos, como una casa, un auto, unas vacaciones o una pantalla por mencionar solamente algunas, es sin duda el ahorro.
Sin embargo, el ahorrar depende de una gran capacidad de ser disciplinado y no tomar por nada del mundo partes del dinero guardado, de lo contrario no se fomentará el hábito y será muy difícil lograr alcanzar tus objetivos.
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Asimismo, existen diversas formas de ahorrar, que dependen de lo que quieras alcanzar, por ello en Mundo Ejecutivo te decimos los tipos de ahorro que existen, utilizando como criterio, distintas medidas de tiempo ya que de acuerdo con el portal Oik Oink, se debe dividir el ahorro en corto, mediano y largo plazo.
Ahorro a corto plazo
Este dinero es el que tienes separado para tener disponible ante cualquier circunstancia. Es por ejemplo, una suma que esté disponible para cualquier emergencia o imprevisto, al igual que el efectivo que te es de utilidad para hacer frente a los gastos inmediatos.
Este dinero puede ser ahorrado en una cuenta de ahorro, sin embargo, también puede estar invertido en liquidez, lo que significa que genera rendimientos bajos, pero con la ventaja de disponer de él cuando quieras.
Ahorro a mediano plazo
Este es dinero que destinarás para pagar algún bien o servicio en unos cuantos años. Ejemplos de él son los ahorros en los que te apoyas para pagar el enganche de un auto o una casa, además de ayudarte a tener seguridad financiera en caso de enfermedad o desempleo.
Este dinero es imperativo que lo protejas de la inflación, por lo que debes enfocarte en buscar que te de rendimientos, si es que no quieres perder 4% de poder adquisitivo por cada año.
Ahorro a largo plazo
Este dinero es el que destinarás para los grandes sucesos de tu vida, como tu boda o luna de miel, tu retiro o la universidad de tus hijos.
Para ahorrarlo puedes echar mano de cuentas especiales como tu Afore, sin embargo existen otros medios como acciones, bonos o ETFs para construir riqueza a largo plazo.