¿Cuántas formas existen de hacer un testamento?

¿Cuántas formas existen de hacer un testamento?

La pandemia del coronavirus ha dejado en claro muchos aspectos de la vida, como que esta es muy frágil y que todo puede terminar en un instante, de ahí la importancia de darle el verdadero valor que tiene el tiempo de convivencia con las personas que amamos, al igual que dejar de lado aquellas otras cosas que pensábamos eran importantes, pero que en realidad no lo son.

Debido a ello, es que cobró nuevamente importancia, el hecho de realizar un testamento para la posteridad, al igual que las consecuencias de no tenerlo preparado cuando fallece un familiar.

¿Por qué hacer un testamento?

La alta tasa de mortalidad durante la pandemia supuso más muertes inesperadas y sin testamento, lo cual dejó una gran cantidad de propiedades sin dueño por fallecimiento. Sin embargo,  no solamente se heredan inmuebles, ya que los familiares o herederos pueden también recibir otro tipo de bienes, derechos y obligaciones.

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Dos terceras partes del llamado caudal hereditario, por ley son repartidos entre los familiares más directos, conocidos como herederos forzosos. Asimismo, el último tercio, de libre disposición, queda en posesión de quien el difunto haya designado en su testamento para ello.

Es así que el seleccionar una u otra forma de testamento, es determinante en la transmisión del patrimonio del finado a un familiar, por lo que conviene conocer las distintas opciones de firmarlo.

Crédito: Pixabay

Tipos de testamento comunes

El primer tipo de testamento existente, es el de testamento abierto. En este documento se debe indicar el lugar y fecha en el que tendrá lugar. Una vez se reúne el testador con el notario, el primero lee para sí mismo el documento, que después el notario lee en voz alta, con el objetivo de confirmar la voluntad del testador.

Junto con el resto de documentos de comprobación de identidad, como identificación del testador y firma, es posible que acudan al acto dos testigos en alguna de estas tres circunstancias: a) el testador es incapaz de firmar el testamento, b) puede firmarlo, pero es ciego o no puede leerlo, y c) si el testador o el notario lo solicitan.

Cabe mencionar que no siempre es requerida o necesaria la presencia de un notario en un testamento abierto. El Código Civil contempla que se otorgue ante alguien que no sea un notario cuando el testador está en peligro.

Al existir un riesgo inminente de muerte, es posible firmar el testamento ante cinco testigos idóneos o, en caso de epidemia, ante tres testigos mayores de 16 años.

Es importante tener atención en ciertos detalles que pueden invalidar el testamento, como el tiempo, ya que el testamento será inválido cuando hayan pasado dos meses desde que el testador sale de peligro de muerte o acaba la epidemia.

También puede anularse si el testador muere dentro de esos dos meses y no se acude a notario en los tres siguientes.

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Testamento cerrado

El segundo tipo de testamento es el cerrado, una documento que deja en suspenso la decisión final de la persona en cuestión hasta que esta fallece.

Es así que el testador, declara que su decisión final quedará en manos de un notario, sin revelar cuál es. Este tipo de testamento tiene como mayor ventaja, la confidencialidad de su contenido, sin embargo, también existe la posibilidad de cometer errores de redacción, al no contar el testador con asistencia profesional adecuada.

Testamento ológrafo

El tercer tipo de testamento es el ológrafo. En él, el testador es el encargado de redactarlo a mano. Entre sus características debe incluir el día, mes y año en que se redacta. Dichos datos son de gran importancia, ya que de no contar con alguno de ellos o con la firma del testador, es prácticamente nulo.

Como ventaja frente a los testamentos antes mencionados, el ológrafo tiene menos intermediarios, pero después deberá ser legalizado y protocolizado por un juez.

De acuerdo con la plataforma Testamenta, esta modalidad de documento “presenta inconvenientes, ya que pueden incumplirse procedimientos legales y los herederos deben seguir un complejo procedimiento judicial para comprobar la autenticidad del testamento“. Además, destacan otros riesgos por no estar bajo custodia de un notario, ya que se puede perder o destruir.

Testamento ordinario

En este documento, el testador manifiesta su voluntad ante un notario público, quien lo redacta con todos los detalles de lo que dicta el testador y, al terminar de escribir, procede a leer el testamento, firmarlo y validarlo.

Testamento Simplificado

Este documento, facilita el proceso para crear un testamento, ya que establece quienes son los herederos de un inmueble al momento de elaborar la escritura pública de la propiedad.

Contar con un testamento en México es una excelente manera de proteger a tu familia y asegurar que obtendrán su patrimonio sin tener que pasar por un conflicto legal.


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