Cuando comienzas a adquirir un hábito nuevo, es muy común que al principio te parezca muy pesado, e incluso pesado, sin embargo es solo cuestión de perseverancia lograr interiorizarlo para sacarle el mejor beneficio posible y preguntarte por qué no habías agregado “eso” antes a tu vida.

Este es el caso del ahorro, que al igual que otras rutinas como hacer ejercicio, comer saludable etc, al principio parece imposible, pero en realidad no lo es tanto y brinda excelentes frutos una vez nos hemos adaptado a él.

Sin embargo, puede ser que tengas mucha disposición a ahorrar y aún así no logres tener una cantidad de dinero separada del resto para cualquier imprevisto. Puede ser que tu mente esté jugando en tu contra, es por ello que en Mundo Ejecutivo te presentamos algunos trucos psicológicos para ayudarte a mejorar este hábito.

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No confíes en ti mismo

Es muy común que los humanos busquemos constantemente la gratificación inmediata, y el ahorro es justamente lo contrario, posponer nuestra satisfacción ahora, para disfrutar de una mayor en el futuro.

Para evitar que tomes el dinero que tienes destinado al ahorro, acostúmbrate a guardarlo en un lugar fuera de tu alcance (un apartado en tu cuenta de ahorro o invertido a tasa fija y en liquidez).

Prémiate por ahorrar

Este tip es bastante divertido, ya que solamente debes realizar alguna actividad que te cueste poco o nada de dinero, que sea de tu completo agrado como recompensa por ahorrar.

Tranquiliza tu mente

Piensa en pequeños pasos pero constantes y no te preocupes por los errores. Esto es a largo plazo.

Imagina a tu yo del futuro

Motívate constantemente, pensando que esta acción la estás haciendo para que en el futuro, puedas acceder a otras cosas, o puedas tener un fondo para emergencias.

Empieza pequeño

Para hacer más fácil la adopción de este hábito, puedes iniciar con pequeñas cantidades de dinero. No importa si es 1% de tu sueldo, recuerda que todo ahorro suma, igual que como dicen en el fútbol, el último minuto también tiene segundos.

Pon en espera tus compras impulsivas

Parecería algo imposible, pero en realidad sí que puedes hacerlo. Si bien no hay problema comprar de cuando en cuando algún gusto, recuerda que esta acción no debe volverse un hábito. Ponte periodos de espera entre una compra y otra (30 días, 60 días) como restricción.

Revisa tus gastos

Para poder ahorrar algo de dinero, debes monitorear cuánto dinero gastas de tu presupuesto o salario. De esta manera, podrás saber con exactitud en dónde recortar gastos innecesarios y construir así un plan de ahorro.

No guardes tus tarjetas en portales de ecommerce

Lo que queremos decir, es que no guardes los datos de tus tarjetas de crédito o débito en tu navegador web, de esta forma, no podrás realizar compras tan fácilmente, por lo que al introducir los datos, tendrás tiempo de pensar si realmente necesitas dicho producto.

Calcula los precios en relación a horas laborales

Un ejercicio para evitar gastar de más, es que calcules cuánto tiempo te toma ganar el dinero, al igual que considerar cuántas  horas debes trabajar para que puedas costear ciertos gustos, como pagar televisión de paga.

Usa el test del extraño

Si quieres comprarte una blusa que cuesta 600 pesos, imagínate si vieras a un extraño con la blusa en una mano y los 600 pesos en la otra mano. ¿Cuál de los dos preferirías? A veces, el dinero es más atractivo.