Existen más de 300 tipos de cefaleas o dolores de cabeza, sin embargo, los dos tipos primarios más comunes, los que no están asociados a lesión estructural o a enfermedades determinantes, son la migraña y la cefalea tensional.
Estos padecimientos son más frecuentes en mujeres y en personas con un mayor nivel educativo, además, afectan principalmente a aquellas que se encuentran en un rango de edad de 30 a 40 años.
Estas afecciones tienen en común el estrés y la tensión como sus principales detonantes y entre sus malestares más frecuentes se encuentra el rechazo a la luz y a los ruidos.
A fin de concientizar e informar a la población sobre este padecimiento, este 12 de septiembre se conmemora el Día Internacional de Acción contra la Migraña.
Aunque en México no existen datos exactos sobre el número de personas que padecen este tipo de dolores de cabeza, la UNAM estima que entre 60 y 80% de la población sufre cefaleas tensionales y cerca del 15%, migrañas.
Al igual que la migraña, la cefalea tensional tiene una relación directa con el estrés debido a que los músculos de la cara, cuello y hombros se contraen o tensan, generando una sensación de opresión alrededor de la cabeza, que a veces recorre el cuello.
A diferencia de la migraña, la cefalea tensional no afecta el sueño, no se presentan náuseas y no se agrava con la actividad o esfuerzo físico; en cambio, se experimenta sensibilidad a la luz y al ruido. Asimismo, su intensidad va de leve a moderada, suele ser de corta duración y se presenta menos de 15 días al mes.
Por otro lado, la migraña se caracteriza por un dolor que pulsa en la mitad de la cabeza, suele ir acompañado de nauseas, sensibilidad a la luz y al ruido; además, se agrava con la actividad física. Se habla de migraña episódica cuando los malestares antes mencionados se presentan menos de 14 días al mes y duran de 4 a 72 horas.
Aunque ambos padecimientos son controlables, requieren de un abordaje multidisciplinario que implica tratamiento médico, psicológico y cambios en el estilo de vida, entre otros aspectos.
En cuanto a los cambios en el estilo de vida, primero es necesario identificar los factores que detonan el malestar, tanto de las cefaleas como de la migraña, estos pueden ser:
1.- Estímulos frecuentes e intensos de luz y ruido
La vida actual nos ha orillado a pasar más tiempo frente a las pantallas, no solo de la computadora, también del celular y de la televisión, no obstante, el cansancio visual y la luz que emiten los dispositivos electrónicos, pueden desencadenar los síntomas antes mencionados.
Ante esta situación, se recomienda, en medida de lo posible, disminuir la exposición a pantallas y sonidos fuertes.
2.- Trastornos del sueño
Dormir en exceso o tener pocas horas de sueño, puede tener relación con ataques de migraña. Por ello, es importante tener un sueño reparador de 6 a 8 horas.
3.- Dieta alta en grasas saturadas y condimentadas
Se ha identificado que los alimentos altos en grasas saturadas como quesos, embutidos y enlatados, así como cítricos, cafeína y chocolate; son factores que propician los malestares. Por eso, es importante disminuir o eliminar su consumo y sustituirlos por alimentos ricos en fibra.
4.- Alcohol y tabaco
En ambos casos, se debe disminuir o eliminar su consumo para notar una mejoría.
5.- Cambios hormonales
Los cambios hormonales en mujeres, principalmente los que se dan durante la menopausia, se han relacionado con los ataques de migraña. Aquí, lo recomendable es consultar un especialista para valorar la terapia hormonal de reemplazo en casos necesarios.
12 de septiembre | Día de la #Migraña
La medicación correcta con medidas de autoayuda y cambios en el estilo de vida pueden ayudar. ¡No te automediques! Acude a tu unidad médica.
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— SALUD México (@SSalud_mx) September 12, 2021
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