Adquirir buenos hábitos financieros desde la infancia dará un futuro económicamente estable cuando se llega a la etapa adulta

El tema económico y financiero siempre está latente en la vida personal, familiar, social y profesional. Desarrollarnos en entornos particulares hace que se reconozca la importancia de los buenos hábitos financieros, mismos que deben practicarse desde la infancia para que al llegar a la edad adulta se eviten dificultades financieras.

Pero, para entrar en materia, es indispensable contestar a las preguntas: “cuándo es el momento indicado para comenzar a hablar de dinero con los niños” y “cómo enseñar buenos hábitos financieros a tus hijos”, la respuesta para la primera depende mucho del proceso y desarrollo de aprendizaje de los menores, habrá niños que desde muy temprana edad comienzan a interesarse por los números o a ver cómo funciona el dinero; sin embargo, habrá otros niños que no tengan interés o que a su corta edad aún no han recibido clases relacionadas con las matemáticas, por ejemplo.

Así que lo primero que se debe hacer para que tu hijo o hija comprenda la función del dinero, es importante llevarlo por el camino de los ejemplos relacionados, enfatizando que el dinero no llega solo y que una compra significa pensar si realmente necesitamos un artículo o podemos comprar algo mejor si esperamos a ahorrar más.

Por ejemplo, si tu hijo insiste en que quiere un juguete que cuesta 100 pesos pero su calidad es dudosa y podría adquirir otro de mejor calidad que cuesta 200 pesos, debemos comenzar con la negociación, el esfuerzo y aprender a esperar. Estos tres factores son fundamentales porque en el proceso se consigue lo siguiente:

• Negociar: ayuda a la toma de decisiones y la asertividad, mismas cuestiones se basan en la comparación. Si tu hijo decide no esperar y comprar el juguete más caro, podría romperse fácil y la diversión terminaría instantáneamente, así que eso le servirá de aprendizaje para pensar dos veces este tipo de negociaciones. Pero, si se decide por el juguete más caro debe aprender a ahorrar y esperar a juntar el monto respectivo.

• Esfuerzo: aquí, al decidir que esperará por un mejor juguete, debes darle herramientas para que lo consiga a través de su esfuerzo, esto depende de la edad. Por ejemplo, le puedes decir que si recibe un domingo debería guardar una parte para que pueda adquirir el juguete o si realiza alguna tarea extra dentro de la casa, podrías darle dinero por su esfuerzo, y mucho ojo, porque se antepone que la tarea es extra a las actividades domésticas con las que debe estar acostumbrado a hacer, como levantar su cuarto o tender su cama, que son responsabilidades que no deben premiarse siempre, solo al inicio del hábito.
• El esforzarse le dará satisfacción porque sabrá que adquirir cosas buenas no siempre es gratis, así que se debe trabajar para ello. Y el plus será que al darse cuenta que le costó dinero, tiempo y esfuerzo cuidará mejor el juguete.

• Esperar: los niños comúnmente están acostumbrados a recibir toda la atención y las cosas que piden de manera fácil y rápida, sin embargo, hacerles saber que todo proceso lleva tiempo específico para alcanzar una meta, pronto sabrán construir estrategias que los lleven a conseguirlas y no desesperarse. En el proceso de ahorro o inversión ocurre exactamente lo mismo.

Cuando los hijos van avanzando de edad, los retos deben modificarse, y asimismo el comportamiento de los padres cuenta mucho, pues se debe predicar con el ejemplo. Si eres cuidadoso con tus finanzas o, por el contrario, te endeudas continuamente, los niños y adolescentes absorben y aprenden esos hábitos.

Así que te dejamos algunos hábitos financieros que puedes enseñarles a tus hijos:

Alcancías:

Si tus hijos ya manejan algo de dinero, la autora de Make your kid money genius, Beth Kobliner aconseja regalarles tres alcancías: una para ahorrar, otra para gastar y una más para donar. Establecer una cantidad y metas, ¿qué quieren comprar? ¿para qué quieren ahorrar y a qué causa les gustaría donar? Esto les ayudará a planificarse para su futuro, a ser generosos y a luchar por sus metas.

No rompas las reglas:

En esta sociedad en la que la tecnología nos da todo con tan solo un click, los niños pueden desesperarse por querer comprar y no poder hacerlo inmediatamente. Enséñales sobre la paciencia y la gratificación que da el ahorrar para algo específico.

Prioridades sin juicios:

Deja que tu hijo ahorre para lo que más le guste y no lo condiciones. Proponle hacer una lista de deseos y que ahorre para comprarse esa bici o videojuego que tanto le gusta, verás como con el paso del tiempo algunas de sus prioridades pierden peso y van pensando cosas más útiles.

Aprender de las consecuencias:

Déjale que gaste su dinero en algo que quiere en un centro comercial, lo más seguro es que se quede sin dinero en la primera tienda. Cuando vayan a otra donde le guste algo y no pueda comprarlo, aprenderá a controlar sus gastos.

Déjales ver el dinero:

Tus hijos necesitan ver el dinero para saber lo que es y cómo manejarlo. Cuando empiecen su plan de ahorros que lo hagan con monedas y billetes, la banca electrónica no es la indicada para la primera etapa, lo es para la adolescencia.

Enséñales con ejemplos:

Si tu hijo aún no entiende cuánto cuesta algo y por qué explícale con cosas del hogar. Compara la calidad de las cosas con su precio, hazle saber cuánto pagas por la luz, gas, despensa, internet y otros servicios, deja que se involucre en lo que cuesta mantener un hogar.

Sé coherente:

Si estableciste darle a tus hijos dinero semanal o mensual apégate a tu práctica y no varíes a menos que sea necesario. Cuando crezcan no podrán pedir adelantos en sus trabajos y no hay salarios equitativos en todas las áreas laborales, así que es mejor que desde pequeños sepan eso.

Enséñalos a invertir:

Existe una gran diferencia entre ahorrar para comprar e invertir y es bueno que tus hijos lo sepan desde la infancia. Puedes decirles que si en lugar de comprarse unos zapatos de calidad media todos los meses, junten el dinero y compren algo que puedan revender y aumentar su capital para comprar unos zapatos de buena calidad y más duraderos.

Rechaza las deudas innecesarias:

Algunos jóvenes se crean deudas por ir a la par de sus compañeros o amigos. Enseña a tus hijos a respetar su presupuesto, no pedir prestado a la tarjeta de crédito y no gastar lo que no tienen.

Si queremos hijos independientes y capaces de crear sus propias bases para el futuro, debemos ser su ejemplo y guía. La buena comunicación y la organización financiera del hogar serán hábitos que no olvidará.

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