En Twitter se vuelve tendencia la gentrificación de las colonias Roma y Condesa

En Twitter se vuelve tendencia la gentrificación de las colonias Roma y Condesa

La CDMX se ha convertido en una ciudad barata para que los extranjeros con mayor poder adquisitivo vivan, pero costosa para los capitalinos.

A través de la red social Twitter se generó una discusión política, social y económica sobre la gentrificación de colonias como la Roma y Condesa a tal grado de convertirse en tendencia. Dentro del debate originado en la red del pájaro azul, internautas expresaron su descontento por los altos precios que suponen para los capitalinos el vivir en este tipo de colonias, a diferencia de los extranjeros que pueden costear los montos con facilidad y disfrutar más que un mexicano de los espacios de la Ciudad de México.

La discusión comenzó cuando un internauta hizo referencia a lo caro que representa para un mexicano vivir en su propio país, específicamente en lugares como las colonias Roma y Condesa dentro de la Ciudad de México, cuya plusvalía a aumentado desmesuradamente en los últimos años, esto a consecuencia de lo atractivas que son para los ciudadanos extranjeros, a quienes no les afecta mucho el monto a pagar por vivir allí, mientras que a los capitalinos sí.

Las palabras que comenzaron el debate en Twitter fueron ” Hazte un favor y trabaja a distancia en la ciudad de México: es realmente mágica”, y fue ahí donde salió a relucir el término que causó controversia: la gentrificación, que hoy es tendencia en las redes.

De acuerdo con especialistas en el tema, la gentrificación hace referencia a los procesos de renovación de centros urbanos mediante transformaciones materiales -inmuebles, edificaciones- o inmateriales -económicas, sociales y culturales-, las cuales están conducidas por agentes privados o son obra del propio Estado.

En otras palabras, se trata de una transformación urbana en donde se prioriza el interés del mercado, que al incrementar la construcción o rehabilitación de edificios de lujo, centros comerciales o espacios de “acceso a la cultura”, se deja de lado el derecho a la propiedad, por ejemplo.

El problema de esta situación se encamina a que, cuando una ciudad pasa por este proceso se da un desplazamiento o sustitución de la población que ahí radicaba por población con mayor poder adquisitivo, lo que causa que los alquileres, la comida, los servicios de salud aumenten sus costos y solo sean asequibles para un porcentaje mínimo de la sociedad y que en el caso de México son los extranjeros los que pertenecen a ese sector.

Gentrificación en colonias de CDMX. Foto: Canva

Si observamos a las Colonias Roma y Condesa, podemos caer en cuenta de que en las últimas décadas, se impulsaron las rehabilitaciones y restauraciones de edificios viejos, y a la par fueron lanzados dentro del mercado para un público específico, o sea que todo aquel que cuente con poder adquisitivo amplio puede cubrir el costo de vivir en esas zonas.

Es por lo anterior que la Roma la Condesa ahora son considerados barrios bohemios, cosmopolitas o elegantes, de acuerdo a muchos rankings que se han popularizado en internet o que realizan algunas revistas alrededor del mundo.

Sin embargo, aquí hay dos puntos claves para entender el conflicto, por un lado está que más allá de lo bueno que representa la rehabilitación de zonas urbanas, el problema radica en que trae consigo un incremento de los precios de la vivienda a raíz de una especulación inmobiliaria; el segundo punto es que al subir los costos de la zona, los mexicanos que son originarios de ese territorio y que por derecho deberían tener más posibilidades de vivir en él les resulta imposible, pues su poder adquisitivo no es el mismo que el de un extranjero y el monto a pagar por vivir en dichas colonias no corresponde con el promedio de salarios de los trabajadores mexicanos.

Y es que estas modificaciones en la zona urbana provocan es que los costos sigan aumentando por encima del valor y la inflación, es decir, que los precios sean superiores a su valor real, más allá del incremento que da la plusvalía de una colonia.

Es por eso que la capital del país se ha vuelto atractiva para ojos extranjeros, pues el ganar en dólares o en euros -monedas que cotizan más alto que la mexicana en las Bolsas de Valores- hace que los precios no se han tan altos para una persona que ingresa como turista, por ejemplo, y que no ve reducido su salario por los impuestos que exige la ley mexicana.

En conjunto con este conflicto, también se genera que al haber personas que pueden pagar dichos costos, éstos sigan aumentando o se mantengan altos para el trabajador promedio nacional, el cual ronda entre los 6 mil y 8 mil pesos mensuales, cifras registradas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Entonces, al no poder vivir cerca del centro de la ciudad que es donde se concentra la mayor parte de los empleos, los ciudadanos deben tomar otras medidas como vivir lejos, situación que hace que otras zonas comiencen con el proceso de gentrificación, pues al tener precios más bajos, aumenta la demanda y con ello la especulación de la vivienda.

De este modo las zonas de mayor demanda se vuelven atractivas para el mercado, pues al darse una fuerte migración interna, causa que se voltee a ver espacios que pueden ser rehabilitados o reconstruidos, pero no para la vivienda, sino para que establecimientos de inversión financiera, lo que provoca que solo un porcentaje mínimo de la población tenga la posibilidad de costearlo.

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