Al menos 8 de cada 10 pequeñas y medianas empresas (pymes) cierran durante su primer año de operación debido, principalmente, a la falta de protección financiera frente a situaciones críticas. Asegurar tu negocio evitará que quiebres totalmente.

El riesgo es inevitable en el entorno empresarial; hay mecanismos que permiten reducirlo. Los empresarios –no importa el tamaño de su negocio– deben considerar la integración del riesgo en el proceso de planificación de decisiones en su compañía. La recomendación de los expertos en riesgos indica que hay que dedicarle tiempo y recursos a su análisis, estimación y control.

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“Es importante tener un seguro empresarial pues brinda indemnización a terceros que resulten afectados de algún modo por la operación de la compañía. Además, protege ante pérdidas de utilidad o incremento en los gastos de operación como consecuencia de daños materiales, por ejemplo”, reconoce Mónica López, Subdirectora de Negocios Masivos en Seguros SURA México.

Los seguros son herramientas financieras que ayudan a reducir la incertidumbre económica frente al futuro. Se hacen tangibles al firmar un contrato (póliza). Este documento establece que el cliente se compromete a pagar una determinada cantidad de dinero a cambio de recibir una compensación futura en caso de que ocurra algún accidente que ponga en riesgo su capital o bienes asegurados.

Cualquier negocio es susceptible de sufrir algún tipo de daño en sus instalaciones, ya sea padecer algún tipo de robo o algún percance con clientes o trabajadores. Existen diferentes tipos de riesgos que pueden afectar la actividad empresarial. “Un claro ejemplo de cómo funciona un seguro empresarial es que da cobertura a pérdidas en cristales, robo y dinero y valores que sean parte de la empresa”, añade Andrés Franco, líder de Solución Empresarial en Seguros SURA México.

¿Qué tipo de cobertura considerar para un negocio?

• Algunas de las coberturas para negocios son: contra accidentes como incendios, responsabilidad civil (lesiones de una persona en la empresa o a causa de algún producto fabricado en ésta), desastres naturales, automotores de uso comercial (vehículos que se usan para repartir o transportar personal), seguros para empleados, por mencionar algunos.

¿Cómo elegirlo?

1. Conoce a la perfección los riesgos de tu negocio, necesidades y la oferta del mercado.
2. Si ya te decidiste, lee cuidadosamente las cláusulas de la póliza, estas incluyen las situaciones en las que se aplicará el seguro, el método de reclamación, tarifas, servicios y las exclusiones, o los casos en los que la aseguradora no pagará.
3. Analiza el deducible: esto es lo que pagarás como parte de una reclamación. Por ejemplo, si tienes una cobertura con un deducible de 200 pesos y tuviste una pérdida de 500 pesos, tendrías que pagar 200 pesos y la compañía de seguros el resto del valor asegurado.
4. Al renovar la póliza lee cuidadosamente las condiciones y verifica si tienes beneficios por antigüedad, pues podrías perderlos al cambiar de aseguradora y/o tipo de póliza.
5. Un agente especializado -debidamente acreditado ante la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF)- puede ayudarte a hacer comparaciones y cotizar, crear un plan a tu medida. Revisa que la aseguradora esté regulada la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguro (AMIS).
6. Guarda la póliza y documentos complementarios en un lugar seguro o con alguien de confianza.

Hay que considerar también los recientes desastres naturales que han afectado a México y al mundo. La diferencia entre los dueños de un negocio que aseguraron su empresa y los que no lo hicieron es que los primeros recuperarán más fácilmente su inversión.

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