La compra de carne presenta un ascenso lento, aunque se tomen medidas para contener el precio para el consumidor final.

Esta semana el Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne) estimó que el consumo per cápita de la carne ascienda a 73.9 kilos durante 2022, lo que representa un ligero crecimiento de 1 % en comparación del año anterior.

No obstante, los altos niveles de inflación registrados en México han hecho que el consumo de carne se está llevando a cabo de forma lenta, esto porque los hogares mexicanos han tomado medidas para que su economía no se vea tan afectada y prefieren sustituir la compra de cárnicos por otros productos alimenticios. Si bien es cierto que no se ha dejado de comprar carne de pollo, res, cerdo y pescado, también es importante aclarar que ya no se adquiere con la misma frecuencia.

Ante este panorama, el presidente de Comecarne, Ernesto Hermosillo Seyffert, reconoce que se ha registrado un asenso lento en el consumo de carnes, pero también señaló que ha tomado medidas para contener el aumento total de los precios “Hay un impacto, sin embargo, la industria no ha traslado esos precios al consumidor final, ya que tratamos de absorber los costos”.

En este contexto, se estima que para este año la carne más consumida en los hogares mexicanos continúe siendo el pollo, pues de acuerdo con los datos del Comecarne se registró un consumo al año de 35.6 kilos por persona al año.

También lee: ¿Cómo influyen las emociones en tus gastos personales?