Los contratistas privados de los laboratorios Moderna no pudieron reclutar voluntarios latinos, nativos americanos y negros para el ensayo de su potencial vacuna contra el coronavirus o Covid-19, con lo cual se sabría la eficacia de la medicina en estos grupos étnicos.

“Si hay un problema con el reclutamiento de minorías, que lo hay, no se puede solucionar de la noche a la mañana”, declaró el doctor Paul Evans, presidente ejecutivo de Velocity Clinical Research, empresa contratada para probar la vacuna en cinco localidades.

La solución de Moderna fue atrasar el reclutamiento de los voluntarios y solicitar a los centros de investigación que encontraran a las personas que necesitaban. Los voluntarios blancos fueron fácil de encontrar; de acuerdo con investigadores, se requirieron 30,000.

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Un informe de la Liga Nacional Urbana indica que el ritmo de contagios por coronavirus entre los negros es cerca de tres veces mayor que entre los blancos estadounidenses, con el doble de probabilidades de morir por la Covid-19.

Las comunidades de color serán de las primeras en recibir la vacuna contra la Covid-19, ya que tienen gran presencia entre los empleados del sector salud y la población de alto riesgo.

Aunque Moderna dijo que aumentó la proporción de los voluntarios negros, no dio más detalles. El aumento de la participación en los ensayos podría disminuir la desconfianza entre las comunidades de color y la industria farmacéutica después de años de infrarrepresentación en la investigación farmacológica.

Hasta los ensayos del 17 de septiembre, los estadounidenses negros representaron cerca del 7 % de los participantes en el ensayo. La cifra debería estar más cerca del 13 % para poder mostrar la población real de Estados Unidos.

Con información de Reuters