El sur de Florida comenzó la semana con calles inundadas, miles de personas sin electricidad y accidentes de tránsito a causa de la tormenta tropical Eta, la cual tocó tierra el domingo cerca de la medianoche en los Cayos y está ahora ya sobre el sureste del Golfo de México.
En Miami-Dade, las escuelas y varias universidades están cerradas, así como los centros de pruebas de detección del coronavirus o Covid-19, el transporte público, las playas y los parques públicos.
Los bancos en los condados de Monroe, donde se asientan los cayos de Florida, Miami-Dade y Broward también están cerrados, mientras que muchos supermercados, restaurantes, cafeterías y otros comercios operan desde el domingo con horario reducidos.
En la costa oeste se preparan también para el paso de esta tormenta que ha devastado amplias zonas de Centroamérica y el domingo cruzó Cuba por su parte central. En la bahía de Tampa, una zona proclive a las inundaciones, se han tomado todas las precauciones.
Eta descarga lluvias y viento sobre Florida antes de entrar al Golfo #ENMundo https://t.co/XH12aWRwjw pic.twitter.com/U8fmDhQC99
— El Nacional (@ElNacionalWeb) November 9, 2020
La mayor preocupación de Florida es el drenaje del agua, en un área que se halla aún bajo aviso de inundaciones y donde ya habían caído copiosas lluvias desde antes de la llegada de Eta.
El alcalde del condado de Miami-Dade, Carlos Giménez, está en contacto frecuente con los responsables de la gestión de aguas para vigilar el difícil drenaje de las inundaciones, las cuales vararon vehículos, cubrieron algunas intersecciones e incluso invadieron algunas casas.
En algunas zonas, “no se está drenando el agua tan rápido como está cayendo”, advirtió el concejal de Miami-Dade José “Pepe” Díaz.
En Lauderhill, las autoridades respondieron el domingo por la noche a un reporte de un auto que fue arrastrado hasta un canal. Fotos tomadas por los bomberos en el lugar, ubicado a unos 48 kilómetros al norte de Miami, mostraban a rescatistas buscando en lo que parecía una inundación cerca de un estacionamiento.
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Los bomberos sacaron a una persona del auto y la llevaron a un hospital en estado crítico, de acuerdo con un comunicado del cuerpo de bomberos. Los rescatistas seguían buscando a otras personas.
En la autopista Palmetto, un camión se salió de la calzada empujado por los fuertes vientos y este lunes trabajaban para ponerlo en ruta nuevamente, sin que el conductor resultara herido, según informó el canal Local10.
Eta deja a Florida sin energía eléctrica
La tormenta Eta, que antes de tocar tierra esta madrugada en los cayos de Florida atravesó Cuba, dejó en el peor momento de la noche hasta unos 50,000 personas sin energía en el sur, aunque esa cifra se ha reducido a más de 30,000 este lunes, la gran mayoría de ellos en los condados Miami-Dade, Broward y Palm Beach.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, declaró el sábado el estado de emergencia en los condados del sur antes de que se aproximara Eta, incluso cuando los residentes bajo la lluvia protestaron o celebraron la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Cuando la tormenta tocó tierra en la punta de Florida, se había debilitado y el Centro Nacional de Huracanes redujo sus anteriores advertencias. Se suspendió la vigilancia de huracanes para el sur de Florida, mientras que un aviso similar para los Cayos de Florida y la Bahía de Florida fue sustituido por un aviso de tormenta tropical.
Después de que el ojo de Eta tocó tierra en los cayos, la tormenta prosiguió su ruta en aguas del Golfo de México con dirección oeste y con vientos máximos sostenidos de 95km/h.
Eta se desplaza sobre el sureste del Golfo de México a 22 km/h y a lo largo de la jornada seguirá alejándose del sur de Florida, donde no obstante, según las previsiones de los meteorólogos, podría volver a impactar en la costa del noroeste del estado hacia el fin de semana.
Eta, que es la tormenta con nombre número 28 de esta temporada en la cuenca atlántica, tocó tierra en Nicaragua el martes de la semana pasada como huracán y dejó una estela de muerte y destrucción en Centroamérica y México no vista desde hacía años.
Con información de EFE