Grandes farmacéuticas y biotecnológicas de la Covid-19, en la mira del mercado

Grandes farmacéuticas y biotecnológicas de la Covid-19, en la mira del mercado

Las autoridades del medicamento de todo el mundo comenzaron a dar luz verde a las primeras vacunas contra el coronavirus o Covid-19, las cuales fueron desarrolladas contrarreloj por la industria farmacéutica y biotecnológica en una demostración de ingenio y poder durante la peor crisis sanitaria y económica que vive el mundo en un siglo.

En Estados Unidos, las grandes farmacéuticas que amasan miles de millones de dólares y biotecnológicas pequeñas que nunca presentaron beneficios, comparten el foco de atención como desarrolladoras de vacunas y tratamientos contra la Covid-19, y en algunos casos como beneficiarias de fondos públicos que les permiten pisar el acelerador.

Datos de la principal asociación del sector muestran que Investigadores y Productores Farmacéuticos de Estados Unidos (PhRMA, por sus siglas en inglés), el impacto que estas empresas del “Big Pharma” que tienen en la economía es “sustancial”, con una producción superior a 1.3 billones de dólares en 2015, lo que representaba el 4 % de la producción total del país.

La mitad de la inversión en desarrollo e investigación de esta industria en todo el mundo corresponde a las empresas de EU que tienen derechos de propiedad intelectual en la mayoría de nuevos fármacos, y que sólo en 2018 destinaron 102,000 millones de dólares al i+D, más que cualquier otro sector.

Pfizer y Moderna, a la cabeza

El Gobierno del presidente saliente, Donald Trump, puso en marcha al inicio de la crisis la Operación “Warp Speed” (Velocidad de la luz), una alianza público-privada para garantizar 300 millones de dosis de vacunas a los estadounidenses antes de final de año, con 10,000 millones de dólares invertidos.

Foto: EFE

La estadounidense Pfizer, aliada con la alemana BioNTech, fue la primera en anunciar sus resultados de eficacia del 95 %luego de un costoso ensayo clínico de la vacuna que, aunque no recibió fondos de la “Warp Speed”, sí logró uno de sus contratos de suministro más cuantiosos por 1,950 millones de dólares.

Pfizer es una de las mayores farmacéuticas del país y se le conoce por fabricar la Viagra; tiene más de 88,000 empleados y un valor de mercado de 219,000 millones de dólares. Recientemente reveló en su último informe trimestral beneficios acumulados de 9,022 millones de dólares hasta septiembre de este año, casi la mitad que el anterior, pero muy por encima de sus rivales.

Contrasta con ese tamaño y cifras la segunda vacuna candidata, de la biotecnológica Moderna, que presentó una eficacia del 94.5 % tras otro ensayo clínico cuyas fases fueron subvencionadas por la operación de Trump en casi 1,000 millones de dólares, más otros 1,500 millones en ayuda para su fabricación y distribución.

Esta empresa radicada en Boston, Massachusetts, disparó su valor de mercado en un 647 % desde que comenzó el año por las expectativas y alcanza casi 56,000 millones de capitalización, pero tiene más de 20 fármacos en desarrollo y ninguno en el mercado, lo que se reflejó en pérdidas acumuladas hasta septiembre de 474 millones de dólares.

Otras jugadoras en la vacuna contra la Covid-19

Moderna lidera un claro auge de las biotecnológicas emergentes en esta carrera por la vacuna contra la Covid-19, seguida por Novavax, una pequeña empresa de Maryland que sin haber lanzado tampoco ningún producto ni registrar beneficios, disparó su valor de mercado un estratosférico 3,000 % desde el principio del año, hasta casi 8,000 millones de dólares.

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La vacuna experimental de Novavax, que utiliza proteínas virales y todavía no arroja resultados preliminares de eficacia, recibió para su desarrollo la mayor subvención de la Operación “Warp Speed”, por más de 1,600 millones de dólares, según la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado (BARDA).

Entre las otras grandes empresas desarrolladoras de EU, está Johnson & Johnson (J&J), una gigante con más de 125,000 empleados y 388,000 millones de dólares, capitalización que aumentó sus ganancias durante la pandemia; hasta septiembre acumulaba casi 13,000 millones en beneficios.

A través de su filial farmacéutica Janssen, J&J ha recibido cerca de 1,450 millones del Gobierno de EU,para investigar en una vacuna, la cual utiliza un adenovirus ensayado previamente contra el ébola.

En total, PhRMA señala que dos tercios de sus 30 integrantes, entre las que también están MSD (Merck en EU y Canadá), AstraZeneca o Novartis, participan en ensayos de vacunas para la Covid-19.

El desarrollo de un fármaco suele costar de media 2,600 millones de dólares, de acuerdo con PhRMA, y se requieren entre 10 y 15 años para que una vacuna llegue al mercado de forma segura tras los ensayos y la aprobación de las autoridades, pero hay ejemplos en los que todavía no hay resultado, como es el caso del VIH.

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Aparte de las vacunas, hay decenas de firmas que desarrollan productos de diagnóstico y tratamientos de Covid-19 en EU; entre estas últimas figuran dos a las que recurrió el propio Trump en su recuperación tras dar positivo en coronavirus: Regeneron, creadora de un cóctel de anticuerpos monoclonales, y Gilead, que ha dado un nuevo uso al antiviral remdesivir.

Otras destacadas son la española Grifols, con instalaciones en EU, que desarrolla una inmunoglobulina con anticuerpos específicos contra el virus SARS-CoV-2, o Eli Lilly, que ofrece un tratamiento llamado Bamlanivimab, con anticuerpos monoclonales.

“Big Pharma”: ¿valor seguro?

Las farmacéuticas también se enfrentan a la Covid-19 en el mercado bursátil, donde fueron consideradas durante mucho tiempo un valor seguro, pero ahora, como en el desarrollo de la vacuna, tienen la competencia de las biotecnológicas.

“Las acciones farmacéuticas podrían tener dificultades para recuperar su tradicional valor seguro para invertir inmediatamente después de la pandemia”, explicó el analista Edward Moya, de la firma Oanda.

“Como el optimismo por las vacunas ha reducido las expectativas de recortar los tipos para los grandes bancos centrales, la atención ha gravitado y probablemente se quedará en las acciones biotecnológicas y tecnológicas buena parte de 2021”, consideró.

A esa tendencia contribuye la “necesidad de más terapias de anticuerpos para combatir la Covid-19”, un progreso que “podría generar algunos de los mayores beneficios a las compañías biotecnológicas”, según el experto.

En este sentido, para el vicepresidente de la agencia de calificación Moody’s Michael Levesque: “Los nuevos tratamientos y vacunas para la Covid-19, además de otras fuentes de crecimiento, ayudarán a que el EBITDA de la industria farmacéutica global crezca entre un 4 % y un 6 % durante el próximo año, en comparación con nuestro pronóstico anterior de entre el 2 % y el 4 %”.

Este mismo lunes, Moody’s revisó sus perspectivas de futuro para la industria farmacéutica internacional, las cuales mantuvo en estable debido a las dificultades aparejadas a la pandemia, además de que decidió revalorizarlo a positivo, precisamente por los beneficios que esperan generen las futuras vacunas.

Con información de EFE

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