El Reino Unido secuencia el genoma de cerca de 20,000 muestras del virus SARS-CoV-2 a la semana en busca de mutaciones de riesgo y alerta de que aparezcan variantes peligrosas en países sin capacidad para rastrearlas, explicó Sharon Peacock, responsable de ese programa.
La microbióloga dirige el Consorcio Genómico COVID-19 del Reino Unido (COG-UK), una alianza que la integran 17 instituciones donde colaboran casi 600 investigadores, respaldada por el Gobierno británico desde abril de 2020 con una financiación de 20 millones de libras (equivalente a 22.8 millones de euros).
“Secuenciar es absolutamente clave para comprobar si la vacuna que le estamos dando a la gente es apropiada”, dijo Peacock en una encuentro virtual con corresponsales extranjeros en el Reino Unido.
“Esto va a ser un juego constante del gato y el ratón, en el que vamos a estar vigilando cómo muta el virus para ver qué cambios potenciales necesitan las vacunas para seguir protegiendo a la población”, agregó la investigadora.
Falta de “ojos” en todo el mundo
“Me preocupa la falta de datos sobre secuencias genéticas en todo el mundo (…) El virus va a estar mutando en todas partes y no tenemos ojos para vigilarlo en muchos países”, apuntó la investigadora.
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Peacock recalcó que las variantes que se detectaron por primera vez en Brasil y Sudáfrica y que causan preocupación por su potencial para eludir en parte a las vacunas, no se originaron necesariamente en esos países.
“Solo sabemos que existen en Brasil y Sudáfrica precisamente porque allí se hicieron secuencias (del genoma). Los países que más están secuenciando es donde más variantes se están detectando”, puntualizó.
“Debemos ser muy cuidadosos con no estigmatizar a esos países al hablar de variante sudafricana o variante brasileña, porque es tan solo el primer sitio donde se detectó. Lo que hay que decir es que han sido muy buenos a la hora de facilitar datos sobre secuencias genéticas”, sostuvo Peacock.
Cuestionada sobre la decisión del Reino Unido de aislar en hoteles durante 10 días solo a los pasajeros procedentes de zonas donde se han detectado variantes de riesgo, la científica consideró que era una decisión razonable porque “ayudará en términos de importación”, pero advirtió que no podrá evitarse la llegada de variantes.
Colaboración con otros países
“Estamos comprometidos con asegurar que nuestros datos tengan acceso abierto tan rápido como sea posible. Tan pronto como el proceso de secuenciación se completa, compartimos la información con el resto del mundo”, explicó Sonia Goncalves, jefa de servicio del programa de Vigilancia Genómica del Instituto Wellcome Sanger.
Reino Unido analiza 20.000 genomas por semana en busca de variantes de riesgo
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Por su parte, Peacock resaltó que el consorcio COG-UK publicó sin limitaciones “todos los métodos, todos los protocolos y toda la información” con la que trabajan. Señaló que los investigadores e instituciones de otros países “pueden ponerse en contacto con nosotros si tienen problemas con la secuenciación”.
Si bien ese ha sido su espíritu desde que se creó el consorcio británico, su responsable resalta que están “cada vez más comprometidos” con esa misión: “Ahora mismo la necesidad de ayudar a otros es imperativa”, subrayó.
Con información de EFE