El expresidente de Estados Unidos Donald Trump estuvo a punto de utilizar un respirador cuando estuvo enfermo de Covid-19 en octubre de 2020, y su estado de gravedad era mayor del que se admitió públicamente, de acuerdo con The New York Times (NYT).
Los niveles de oxígeno del exmandatario estadounidense eran “extremadamente bajos” y sufría un problema pulmonar asociado a la neumonía, una condición causada por el coronavirus, dijeron cuatro personas que conocían el estado de salud de Trump al diario neoyorquino.
De acuerdo con estos testimonios, su pronóstico era tan preocupante que, antes de ser trasladado al hospital militar Walter Reed, a las afueras de Washington, se pensó que tendría que empezar a utilizar un respirador.
Breaking News: Donald Trump was more sick with Covid-19 in October than was acknowledged at the time. When he was hospitalized, his blood oxygen levels had plunged and officials feared he would need to be put on a ventilator. https://t.co/pSih7pkVTo
— The New York Times (@nytimes) February 11, 2021
Las mismas fuentes también aseguraron que se detectó que Trump padecía de infiltraciones pulmonares, que ocurre cuando dichos órganos están inflamados y contienen sustancias como fluidos o bacterias.
Su presencia, cuando el paciente está exhibiendo otros síntomas, puede significar que padece de un caso severo de Covid-19, y pueden ser detectados fácilmente a través de radiografías o escáneres.
El bajo nivel de oxígeno del expresidente ya era causa suficiente para preocupar a los médicos, pues cayó por debajo del 90%, y se considera que la enfermedad es severa cuando el indicador cae por debajo del 95%, de acuerdo con el medio.
Cuando fue trasladado al hospital, el pasado 2 de octubre, se informó que Donald Trump tenía fiebre y problemas para respirar, y los tratamientos que recibía indicaban que su estado era preocupante.
Se negaba a ser hospitalizado
Estas nuevas revelaciones sobre el estado del republicano y los esfuerzos de la Casa Blanca por conseguir medicinas que aún no había sido aprobadas, significarían que la información dada a conocer en su momento fue limitada y engañosa, asegura el NYT, que señala que el expresidente se resistió a ser hospitalizado.
De acuerdo con lo publicado, solo cedió cuando sus auxiliares le dijeron que podría salir de la Casa Blanca caminando a arriesgarse a que los Servicios Secretos de EU lo llevaran a la fuerza si la enfermedad empeoraba.
Durante su ingreso en el hospital, el equipo médico de Trump quiso restarle importancia a la gravedad de la situación y aseguró que estaba mejorando, aunque el magnate de 74 años y con sobrepeso estaba bajo un tratamiento agresivo.
El médico del expresidente, Sean Conley, le restó importancia a la situación en ese entonces, como cuando se le preguntó en octubre que si había encontrado evidencia de que el presidente sufría neumonía, y dijo solo que no se había encontrado “nada de importancia”.
Con información de EFE.
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