Los enfrentamientos entre palestinos y la Policía de Israel en la Explanada de las Mezquitas, regresaron esta noche a Jerusalén Este ocupado, donde se siguieron registrando disturbios en la Ciudad Vieja y alrededores, durante una jornada que dejó cerca de 400 heridos y 263 hospitalizados.

Luego del disparo de cohetes desde Gaza, las protestas se extendieron por ciudades árabes del norte de Israel, con 46 detenidos, de acuerdo con la Policía israelí, así como por Cisjordania ocupada, en altercados con el Ejército.

En la Puerta de Damasco, una de las principales entradas a la ciudad amurallada y el epicentro de la tensión en estas semanas, siguieron las cargas policiales con granadas aturdidoras y cañones de agua sucia.

Los palestinos se enfrentaban a las autoridades de Israel lanzando piedras, botellas y fuegos artificiales.

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Las milicias palestinas de Gaza entraron este lunes en la tensión de Jerusalén con el lanzamiento de hasta 150 cohetes, los cuales respondió Israel con una “ola de ataques” sobre el enclave.

El brazo armado del movimiento islamista Hamás comenzó los disparos luego de un ultimátum a Israel, que hicieron sonar las alarmas en Jerusalén, por primera vez desde 2014.

El Ministerio de Salud de Gaza confirmó la muerte de 20 palestinos, entre ellos nueve niños, aunque algunos habrían muerto por “una explosión interna”, de acuerdo con testigos.

Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, aseguró que se ha traspasado “una línea roja”.

“Estamos en una lucha que se ha extendido a varios frentes: Jerusalén, Gaza y otras partes del país”, comentó Netanyahu, y advirtió de que Israel “responderá con fuerza”.

Con información de EFE