Surgido en 2002 con la intención de proporcionar una plataforma para que diferentes organizaciones promovieran el desarrollo de los derechos humanos y la sociedad civil en Hong Kong, el Frente Civil de Derechos Humanos (CHRF), anunció este domingo su disolución.
La coalición de organizaciones, que coordinó las protestas prodemocracia más multitudinarias de Hong Kong en 2019, anunció que se disolvería ante la represión china contra la disidencia en la ciudad.
“La sociedad civil enfrenta un severo desafío sin precedentes”
De acuerdo con la televisión pública hongkonesa RTHK, el CHRF emitió un comunicado en el que asegura que “quería mantener sus operaciones” pero “no tiene más opción que disolverse” debido a que su coordinador, Figo Chan, fue encarcelado, y a que nadie se ha presentado para dirigir la organización.
“La sociedad civil enfrenta un severo desafío sin precedentes”, afirmó el CHRF en el comunicado en el que hizo público el anuncio de su desintegración.
En abril, la policía acusó al grupo de violar la Ordenanza de Sociedades y le pidió que presentara información sobre sus finanzas y actividades pasadas.
“La policía reitera que, por delitos cometidos por una organización y sus miembros, la responsabilidad penal no será eliminada debido a la disolución o renuncia de los miembros”, expuso la autoridad en un comunicado, en el que agregó que continuará persiguiendo a cualquier organización o persona por violaciones de la Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong.
Police chief Raymond Siu says the Civil Human Rights Front may have violated the national security law for organising mass rallies that were held before the law took effect last year #HongKong https://t.co/rUeiChUuPl
— RTHK English News (@rthk_enews) August 13, 2021
Lograba convocar a miles de personas a protestar en las calles
El CHRF tuvo un papel central en los meses de protestas prodemocracia que animó a millones a participar en las marchas que convulsionaron a Hong Kong en 2019. No obstante, el movimiento reconoció la posterior represión de Pekín y una prohibición de facto de las manifestaciones que limitó su actuación.
Las protestas de 2019 derivaron de una ley profundamente impopular que habría permitido las extradiciones a China desde la ciudad semiautónoma.
La disolución del grupo se da en momentos que China moldea a Hong Kong a su propia imagen autoritaria, y purga a la ciudad de cualquier persona o grupo considerado desleal o antipatriótico.
Hong Kong, antigua colonia británica, fue restituida por Londres a China en 1997 en el marco de un acuerdo que pretendía garantizar en ese territorio, durante 50 años, unas libertades políticas y económicas desconocidas en el resto de China.
El CHRF, que pregonaba la no violencia y lograba convocar a miles de personas a protestar en las calles, informó que sus 1.6 millones de dólares hongkoneses (205,581 dólares) en activos serán donados a “grupos apropiados”.
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