La reforma a la Ley de Hidrocarburos, una iniciativa enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador a la Cámara de Diputados, fue aprobada con gran velocidad por los legisladores.

El pleno de la cámara baja aprobó en lo general con 299 votos a favor, 153 en contra y 11 abstenciones, este proyecto de reformas a la Ley de Hidrocarburos, que entre sus aspectos esenciales prevé la suspensión de permisos de refinación, transporte, almacenamiento, distribución, comercialización y expendio de hidrocarburos, petrolíferos o petroquímicos.

Esto ha generado una gran incertidumbre y nerviosismo en los mercados, sobre todo en el sector energético.

Basta recordar que apenas hace algunos días la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) emitió un comunicado dirigido al Poder Legislativo en el cual advertía sobre los riesgos en materia de competencia que implica aprobar esta reforma.

En dicho documento la Cofece detalló puntualmente cuáles eran los riesgos de aprobarse esta reforma de ley. Sin embargo, y como ocurre generalmente con las iniciativas presidenciales, ésta fue aprobada sin sufrir mayores modificaciones.

La Cámara de Diputados agregó una adición que permite salvaguardar el debido proceso en la suspensión de servicios.

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